lunes, 26 de mayo de 2008

Diario de a bordo. Día 8º.

Día tranquilo, muy tranquilo, como casi todos. Pero hoy estamos optimistas, hemos encontrado un viejo tablero de juegos con el que entretenernos y dejar pasar las horas que pasa a ritmo de procesión sevillana.

Esta mañana, uno de los que ocupan los camarotes de lujo mientras otros duermen al raso en la cubierta, se ha despertando voceando contra el armador, el General, la comandancia y todo lo demás. Pensábamos que le podía haber afectado la falta de sueño o incluso que por fin íbamos a averiguar dónde habían terminado las botellas de ron que desaparecieron el segundo día. Pero no, hablaba en serio, y acusaba a un compañero de querer abandonar el barco.

Dadas las circunstancias en las que nos encontramos, una acusación de ese calado me resulta imperdonable. Los había incluso dispuestos a dejar de remar si aquello era cierto. Por suerte, Ricardo ya ha dicho que de momento no se va, que de momento y como se puede comprobar está embarcado con nosotros, no promete que en el siguiente puerto no decida probar suerte en otros mares, pero hasta entonces es uno más.

Quizás no seamos todavía conscientes de que la costa que se va quedando a nuestra espalda va a estar mucho más lejos dentro de unos días. Que Virgilio a penas nos ha introducido en el espiral del purgatorio. Todavía no hemos visto nada y los cantos de sirena nos pueden reventar los tímpanos.

2 comentarios:

Juan Monter Solans dijo...

Y Paredes y parece que Matu también... habrá que hacer limpieza de los argentinos y poco más a este ritmo...

www.dedomingoadomingo.com

Un saludo

Ángel dijo...

Hombre, los argentinos no han dicho nada aún. Todo son especulaciones de la prensa, no olvides que Agapito está echando un pulso a los periódicos y lo está anunciando todo a través de la web.
Así que hasta que las cosas no se hagan oficiales no podemos decir nada.

La Boba de Nico v2.0 - Octubre de 2007 © Srs. Ló-Sánchez