lunes, 20 de diciembre de 2010

Atl. Osasuna 0 - Real Zaragoza 0. Escribiendo la carta a los Reyes Magos.

Queridos Reyes Magos:

Como ustedes pudieron ver ayer en el Reyno de Navarra -antiguo Sadar por si no han actualizado el gps del camello- este año les pedimos, para nuestro Real Zaragoza, un mediocentro, porque ayer Gabi no estaba y Pinter tampoco. Gabi estaba sancionado y es normal que no estuviese, pero Adam sí que fue y salió por José Edmilson, o al menos eso ponía en la televisión cuando empezó el partido, luego ya no estaba.

También nos gustaría que mirasen a ver si tenían algún defensa central y algún lateral. Nos da igual zurdo que diestro. Verían Sus Altezas que la defensa es sumamente lenta, que el Osasuna llegaba como quería hasta el área de Leo Franco y que consiguieron sacar ¡nueve! corners antes del descanso. Además, ayer, el pobre Matteo Contini andaba un poco despistado después de que Lekic le partiese la nariz. Eso debe de hacer mucho daño pero no debió de ser falta ni nada porque el árbitro no pitó nada. Miren a ver si tienen una postal a nombre de Mateu Lahoz, seguramente les pedirá unas cartulinas amarillas y rojas, que las ha debido de perder.

No es por abusar, pero si fuera posible que nos trajesen un delantero. Centro, para más señas, de los que meten goles, con todas sus propiedades. Hace ya algún tiempo, desde los tiempos del Sporting de Gijón, que Sinama Pongolle, un francés muy simpático, no marca ni al arcoiris y lo peor de todo es que todavía no se ha aprendido la regla de fuera de juego. Bueno, si no tuviesen delantero para traernos por lo menos regálenle a este muchacho un Reglamento FIFA. Y a Marco Pérez, que lo verían ustedes que salió sustituyendo a su amigo Sinama, pues tráiganle una brújula para ver si encuentra la portería que ya es lo único que le falta a Marco, marcar goles, por lo demás está jugando muy bien.

¡Ah!, que no se os vaya a olvidar -ya os tuteo, si vamos a coger confianza con las horas que vais a pasar en nuestra ventana- la bolsica de sangre para Jorge López, que la que le trajisteis el año pasado ya se le está terminando. Una pena que de pequeño se cayese en la marmita de la horchata, porque ayer también jugó bien cuando salió por Bertolo -majo chico este argentino-. Es muy bueno, como Ander Herrera, y muy buenos chicos, como Angelito Lafita, pero que no sabemos qué les pasa que no cuajan. Son como la mahonesa cortada, de sabor muy bien pero con muy poca consistencia.

Os íbamos a pedir un portero, pero de momento nos conformamos con que Leo Franco lo haga tan bien como ayer. Eso sí, traednos la ficha para inscribir a Alex Sánchez, un chico de Barcelona del que hablan muy bien.

Ahora os voy a pedir un poco de carbón para repartir. Queremos un poco para Javier Aguirre, que dijo que iba a confiar en la cantera y todavía juegan menos que con José Aurelio. Otro poco para Prieto y Herrera, a ver si escarmientan y así se portan bien en enero.

Para Agapito, en lugar de carbón, le podríais traer una flor de esas de la buena suerte, que falta nos hace. Y si se os hubiesen acabado pues traedle un jeque vecino vuestro.

Cuando vengáis, no vaya a ser que os paséis de largo y lleguéis a Pamplona, que los goles los hemos pedido nosotros, que ellos tampoco tienen pero les hacen menos falta, que Juanfran, Nelson y los iranís esos que les trajísteis la otra vez son muy buenos y corren mucho. Así que tened cuidado no os paséis de largo. Recordad, donde el Pilar, con el río y las torres gordas.

Ya nos despedimos. Que si no os acordáis de algo pues ya os dejaremos unas entradas en taquilla para el partido contra la Real Sociedad y hacéis recuento.

Esperando vuestra llegada, un saludo.


Ficha del partido:

Osasuna: Ricardo, Nelson, Flaño, Sergio, Monreal, Nekounam, Vadócz (Lolo, min. 68), Soriano, Juanfran, Masoud y Lekic (Aranda, min. 68).

Real Zaragoza: Leo Franco, Diogo, Jarosik, Contini, Paredes, Pintér, Ponzio, Bertolo (Jorge López, min. 45), Lafita, Ander (Edmilson, min. 90) y Sinama P. (Marco Pérez, min. 79).

Árbitro: Mateu Lahoz (comité valenciano). Amonestó por el Real Zaragoza a Pintér (min. 45) y Ander (min. 89). Por Osasuna a Flaño (min. 55) y Sergio (min. 57).

viernes, 17 de diciembre de 2010

LOS QUE VIENE, LOS QUE SE QUEDAN Y LOS QUE SE IRÁN

A perro flaco todo son pulgas, a río revuelto ganancia de pescadores, éramos pocos y parió la abuela, entre todos la mataron y ella sóla se murió, etc... Al colista de la Primera División le cabe cualquier tópico del refranero español. Elegid el que más os guste.


Hay de todo en este Real Zaragoza de nuestros dolores. Tenemos para todos. La afición dividida, escisiones de las escisiones en busca de las esencias más puras del zaragocismo. Se ha creado un grupo de protesta activa llamado Movimiento Avispa. Otros se dedican a llenar de pintadas toda la ciudad pidiendo que el máximo accionista y presidente de la entidad, Agapito Iglesias, se vaya. La mayoría contiene la respiración y observa ojiplática lo que está ocurriendo, buscando razones y causas, esperando soluciones.

Mientras, el máximo accionista, presidente y un tercio de la directiva, Agapito Carmelo Iglesias, presentó el pasado lunes las cuentas ante la Junta General de Accionistas. La deuda ha disminuido levemente, pero el corto plazo de algunos de los pagos ahogan la economía del club. Entre ellos, el pago por el fichaje de Francelino Matuzalem al Shaktar Doner, denunciado ante la UEFA y que nos podría costar los puntos que no tenemos en la clasificación. Pero parece que esa partida ya está preparada y solucionada.

De esa Junta de Accionistas, surgió un nuevo movimiento entre pequeños accionistas -que no la Asociación de Pequeños Accionistas del Real Zaragoza-. Ellos piden el apoyo de todos al Real Zaragoza, incondicional, para salir adelante. Unidad.

En tanto que nos decidimos por Avispas o Tomates, crecen los rumores, sólo rumores, sobre empresarios cordobeses, exjugadores zaragocistas, cajas de ahorros, fundaciones y muchas expectativas para darle un giro copernicano a la gestión nefasta del constructor Iglesias García. Porque los resultados así lo dicen, ha sido nefasta. ¿Las razones? eso sería largo de explicar, si es que tiene explicación.

Esperando a esta tarde y a una posible rueda de prensa en la que se presentaría una Fundación para la salvación del Real Zaragoza, al aficionado medio le sobrevuela una duda: pero, ¿traen dinero?. Lo del Real Zaragoza de nuestras entretelas es como lo de María de la O, todo por culpita del maldito parné.

Y por si a alguien le interesa el fútbol. Parece ser que se empieza a mover el mercado. Cuestión imperativa para la supervivencia. Se han hecho ofertas, según los mentideros y la prensa, por el medio argentino Mario Bolatti, se intenta la cesión de algún jugador blaugrana y Aguirre ha sacado la agenda azteca en busca de posibles -Franco Jara, Vela, Dos Santos...-. También se le prepara el finiquito a alguno que a la vuelta de los turrones tal vez ya no llegue a San Valero ventolero.

Este es el Real Zaragoza de nuestras angustías. Un equipo en tránsito, donde unos entran y otros van saliendo. A ver en qué fiesta nos colamos.

lunes, 13 de diciembre de 2010

Real Zaragoza 1 - 3 Real Madrid. Sin historia.

Eso fue lo de ayer en la Romareda, un partido sin historia donde ocurrió lo previsto.

Aunque hubo un momento, en los poquitos minutos que pasaron hasta el gol de Ozil, en que dio la impresión de que tal vez viésemos algo distinto. El Real Zaragoza se plantó ordenadito en el campo, con Ander Herrera apoyando a Carlos Diogo en la presión sobre Cristiano Ronaldo, recuperando balones e hilando algunas jugadas que llevaron a los blanquillos a pisar el área de Iker Casillas con cierta frecuencia ante el entusiasmo de la grada que se debatía entre la gelidez del ambiente y la atmosférica.

Pero como ya se ha advertido, eso duró pocos minutos. Luego Ozil encontró un camino fácil por la banda de Javi Paredes, una opción de tiro y ya lo de siempre. Desorden, desánimo, brazos bajados y la misma falta de gol de siempre por no hablar de la falta de fe cada vez que el centro de campo tiene que lanzar un contragolpe. El Real Zaragoza es como un azucarillo en un vaso de agua, empieza siendo sólido, compacto y con buen aspecto para acabar completamente invisible. Era así con José Aurelio Gay y es así con Javier Aguirre.

Antes del descanso, Ronaldo, que debió ser sancionado por una agresión a Ander Herrera pero no vio ni una tarjeta amarilla, puso en marcha los flashes de la grada y el de Leo Franco que no se lo quiso perder. Cómo le gusta a este muchacho ver goles. Un gusto peligroso para un portero, ciertamente.

Rendidos ya al intermedio, los zaragocistas seguían observando a su alrededor el páramo en que se ha convertido este equipo. Nadie que dijese podemos intentarlo, queda tiempo o que se quejase amargamente de ese árbitro que, como casi siempre, andaba con dos varas de medir por el césped.

Pero como lo que más necesita esta afición es sonreír, como con lo mínimo ya nos sentimos felices, como ni siquiera les pedimos ya que lo hagan sino que simplemente lo intenten, se nos agrandó un poco el corazoncito zaragocista cuando Marco Pérez -sí, sí, Marco Pérez- empezó a correr entre los defensas madridistas, luchó por los balones, hizo la jugada que acabó con el penalti sobre Bertolo y forzó dos saques de esquina. Posiblemente, junto a Ángel Lafita y Nico Bertolo los mejores del Real Zaragoza anoche.

Claro, que cuando todo esto ocurrió, Leo Franco ya había encajado el tercero de los merengues. Fin de la historia.

Este equipo, esta plantilla, en conjunto, no da más de sí. Sobre el campo, y es duro decirlo, hay jugadores que ya no es que no merezcan vestir esta camiseta es que es inexplicable que sigan siendo futbolistas en primera división. Tal vez en 2ªB o en la laboral tendrían un lugar. Aquí no. Eso sí, mientras estén sobre el terreno de juego, seguirán siendo uno de los nuestros.

Ya no hay más tiempo. Es la hora de dar soluciones. El año pasado nos salvó el factor suerte, este año ese factor está en "busca y captura". Si no tenemos la fortuna de nuestra parte habrá que tirar por lo menos de profesionalidad. Tenemos cuatro partidos por delante y estamos a cinco puntos de lo que logramos el año pasado al final de la primera vuelta. Habrá que pelearlos y la guerra empieza el domingo en Pamplona.

Ficha del partido:

Real Zaragoza: Leo Franco, Diogo, Lanzaro, Jarosik, Paredes (Pintér, min. 84), Edmilson (Ponzio, min. 52), Gabi, Ander, Lafita, Bertolo y Sinama P. (Marco Pérez, min. 52).
Real Madrid: Casillas, Arbeloa, Pepe, Carvalho, Marcelo, Alonso, Lass, Di María (Morata, min. 88), Özil (Diarra, min. 84), Ronaldo y Benzema (Granero, min. 75).
Goles: 0-1, Özil (min. 15); 0-2, Ronaldo (min. 44); 0-3, Di María (min. 46); 1-3, Gabi, de penalti (min. 53).
Árbitro: Ramírez Domínguez (comité andaluz). Amonestó por el Real Zaragoza a Gabi (min. 32), Lanzaro (min. 49) y Bertolo (min. 78). Por el Real Madrid a Arbeloa (min. 24), Marcelo (min. 34), Carvalho (min. 53) y Alonso (min. 75). Expulsó a Juan Iribarren, preparador físico del Real Zaragoza (min. 58).

domingo, 28 de noviembre de 2010

Real Zaragoza 0 - 3 Villarreal. Desastre

Mucho frío en la tarde zaragozana y un partido de ACB de los de sabor a clásico en el otro extremo de la ciudad -CAI Zaragoza-Estudiantes-, mermaron sensiblemente la asistencia de público a la Romareda. Sin embargo, los factores atmosféricos y los de la canasta no influyeron tanto en la ausencia de público como lo pudo hacer el no juego del Real Zaragoza. Ayer, la grada zaragocista asistió a una de las imágenes más desoladoras de los últimos años. En la segunda parte, la mitad de los espectadores fueron abandonando poco a poco el estadio. Y mientras intentábamos calentarnos los pies y las manos, los que nos quedamos hasta el final íbamos notando cómo se nos congelaba el alma pensando si, algún día, será posible que nuestro Real Zaragoza se quede solo.

La predisposición inicial de los jugadores y del técnico era buena. Repetía Aguirre esquema 4141 -algún día haremos una estadística de los dibujos usados por el Zaragoza esta temporada-. Con Edmilson de teórico pivote para la contención por delante de Jarosik y Contini, las pretensiones mañas pasaban por hacer ancho el centro de campo para tratar de manejar y poseer más el balón. Esa labor correspondía a Jorge López, hombre de sangre fría que con la temperatura de ayer no le debía ni de fluir por las venas. Ni balón ni sangre.

Lo cierto es que en los primeros cinco minutos los blanquillos trataron de desperezarse, quitarse minimamente los complejos de encima y llegaron incluso a pisar área. Pero ver a Lafita, Jorge López, Bertolo y Sinama -a partir del 40, Braulio- atacando, y por el otro lado a Nilmar, Rossi, Cani y Cazorla, es como comerte una loncha de jamón de york y luego un chuletón de Ávila. Nada que ver. El brasileño, el italiano, el asturiano y el de Torrero, hicieron lo que quisieron y como se les antojó ante la débil, desconcentrada, lenta y en ocasiones descolocada defensa zaragocista. Aunque no fueron los más descolocados del equipo, quien realmente estuvo fuera de lugar fue Leo Franco. Un gran portero -sí, lo es- que vio pasar el imparable trallazo de Marcos Senna y observó cómo el centro de Cazorla se colaba por su espalda sin plantearse siquiera atraparlo. En dieciocho minutos se perdió el partido.

Es complicado, muy complicado sacar conclusiones del partido de ayer, o señalar quién estuvo bien o quién mal. Los catorce jugadores del Real Zaragoza que entraron en liza estuvieron mal, ya ni la actitud de otras tardes les quedaba.

La segunda mitad fue un quiero y no puedo inicial para convertirse en un no quiero y no me da la gana terminal. A los pocos minutos, Javier Aguirre dio paso a Ander Herrera. Las ganas que siempre le sobran y su indiscutible calidad, otorgaron algo de chispa al equipo que pisó los dominios de Diego López con algo de asiduidad. Pero era un bagaje escaso como para pensar en un eventual empate, la mente de los zaragocistas dibujaba, más bien, la posibilidad de acercarnos en el marcador y en una jugada de suerte poder intentar el empate. De la victoria ni hablamos.

Sin embargo, de repente, se sucedieron una serie de hechos que nadie esperaba pero que tampoco sorprendieron. Primero, Matteo Contini se autoexpulsa al realizar un falta absurda e innecesaria, sin balón de por medio, que, evidentemente, el árbitro sancionó con la segunda amarilla para el ex del Nápoles. En la misma jugada, el Villarreal aprovecha el saque de banda para que Nilmar se vaya hasta la cocina para marcar el tercer gol. Todavía no había acabado la reconstrucción del equipo Aguirre, cuando Ander Herrera le realiza una entrada desproporcionada a un jugador del Villarreal. Milagrosamente se libró de la expulsión. Acto puro de impotencia.

En los veinte minutos que quedaban no sucedió nada. El Real Zaragoza firmó la rendición y el Villarreal no vio necesaria la humillación. Y arriba en la grada, silencio, decepción, rabia, discusión, desánimo y demasiados asientos vacíos.

Habrá que ir escribiendo la carta a los Reyes Magos para que nos traigan una brújula que nos devuelva el norte. Por si acaso, a Papá Noel, que llegará antes, le pedimos al menos estar tan mal como cuando llegó hace un año.

Ficha del partido:

Real Zaragoza: Leo Franco, Diogo, Contini, Jarosik, Paredes, Edmilson (Marco Pérez, min. 62), Gabi, Jorge López (Ander, min. 51), Lafita, Bertolo y Sinama P. (Braulio, min. 40).

Villarreal CF: Diego López, Ángel, Gonzalo, Marchena, Joan Oriol (Catalá, min. 70), Senna, Bruno, Cazorla, Cani, Nilmar (Marco Rubén, min. 67) y Rossi (Matilla, min. 79).

Goles: 0-1, Marcos Senna (min. 8 ); 0-2, Cazorla (min. 16); 0-3, Nilmar (min. 65).

Árbitro: Velasco Carballo (comité madrileño). Amonestó por el Real Zaragoza a Paredes (min. 54), Edmilson (min. 57), Ander (min. 68) y Diogo (min. 89). Por el Villarreal a Joan Oriol (min. 41). Expulsó con doble tarjeta amarilla a Contini (mins. 20 y 64).

miércoles, 24 de noviembre de 2010

¿Y a mí qué?

Eso es lo que me dan ganas de responder cada vez que oigo en los telediarios, en la radio, en los bares o leo en la prensa o en Internet comentarios marchamartillo sobre el Gran Clásico. ¿Y a mí qué me importa?.


La primera incoherencia de este espectáculo, que no partido de fútbol, es la definición. El Gran Clásico, el partido del siglo. Qué singularidad puede tener un hecho que se reedita mínimo dos veces al año. Entiendo que dado el abismo que los privilegios económico concedidos por las plataformas audiovisuales han insertado entre el F. C. Barcelona y el Real Madrid con el resto de equipos, éste y el de la segunda parte de la Liga sean los verdaderos partidos para ellos y los demás no sean más que simples calentamientos antes de su presentación mundial en sociedad. Allí o allá. Bernabeu o Camp Nou, el mismo simulacro de competición deportiva. ¿Competición?, ¿deportiva?. No, más bien un desfile, una exhibición. Eso es, exhibicionismo puro y duro. Un enorme spot publicitario que venda camisetas, llaveros, tazones de desayuno y calzoncillos con copyright.

Sin embargo, aunque cueste creerlo, hay vida más allá de merengues y culés. En esta España mía, esta España nuestra que cantaba Cecilia, hay gente a la que nos importa literalmente un bledo quién gane o pierda tan trepidante lucha de titanes. Más bien nos motivaría un utópica doble derrota de ambos. O tampoco.

Es difícil de entender, lo se, pero os aseguro que hay otros colores y otros escudos por los que llorar y reír, hay otros nombres a los que admirar, otros campos en los que pasar frío en invierno, otras gradas afónicas. Existen más árbitros que analizar entre el Atlántico y el Mediterráneo, los hay, lo afirmo e igual o más polémicos que el afortunado al que le toque el premio gordo.

Antes de que salten al campo madridistas y barcelonistas, habrá miles de ilusiones, esperanzas y contingencias flotando en el aires, una nueva jornada de Liga a la que aguardan muchos aficionados con contención y expectación para saber lo que hacen sus equipos, que ni son los más guapos ni los más altos ni los mejor vestidos pero son los suyos. Gente a la que por más que le insistan no son si de uno ni de otro. Y son personas, no extraterrestres, os lo prometo, los he visto, incluso convivo con ellos.

También nosotros vivimos en ese limbo de reafirmación de la posesividad y la pluralidad frente a la dualidad que se extiende cual plaga bíblica. Es nuestro, nuestro Real Zaragoza, por el que animamos cada partido como si fuera el último. El único que llena nuestro corazón futbolero. Sin divisiones ni repartos ni secundarios. Sólo suyo. Sólo nuestro. Y ahora está más necesitado que nunca de nosotros y nosotros de él. Eso sí que me preocupa y me ocupa.

El lunes es el derbi... ¿Y a mí qué?. Lo importante, lo realmente importante, el sábado a las 18'00h. en La Romareda.

martes, 23 de noviembre de 2010

Getafe 1 - Real Zaragoza 1. El nuevo Real Zaragoza de siempre.

¿Cómo contar el partido de ayer sin hablar del colegiado?. Vamos a intentarlo.

Empezaba la era Aguirre en el Coliseo Alfonso Pérez. A pesar los pocos días de entrenamiento, los cambios tácticos y de jugadores ya eran palpables en el cuadro zaragocista. Lo que no cambió fue lo de siempre, es decir, la falta de efectividad y el desconcierto defensivo.

Leo Franco volvía a la portería, posiblemente el único puesto que no preocupa al zaragocismo, y cumplió, sobre todo en la segunda parte con el monólogo del Getafe liderado por Adrián Colunga que se apiadó en más de una ocasión de su ex equipo. Por delante del argentino, línea de cuatro para Ponzio, que recuperaba su lateral derecho, Jarosik y Contini en el centro y Obradovic en la izquierda. El armado defensivo lo completaba Edmilson en el pivote, entre la defensa y la segunda trazada de cuatro jugadores que trataron de suministrar balones a Sinama Pongolle. Un detalle: en la primera parte, todas -casi todas, para no mentir- las opciones de ataque en las que intervino el delantero francés fueron anuladas por posición de fuera de juego.

La propuesta de juego del Real Zaragoza ante el conjunto getafista, necesitado de dar una victoria a su público, fue la de renunciar al balón -quizás demasiado- y buscar el contragolpe rápido por medio de Lafita, Gabi, Bertolo o Jorge López. Y precisamente fueron Lafita, Gabi y Bertolo los que se inventaron la jugada del gol maño. Un balón rechazado tras un corner que sacaba el Getafe, cayó en los pies de Ángel Lafita que lo bombeó hacia la banda izquierda donde el coraje de Gabi pudo más que el rapto de valentía de Codina. Gabi se llevó el balón en la disputa con el portero que se encontró indefenso tan lejos de sus dominios. Bertolo recogió el testigo y cruzó el balón desde el medio campo getafista para marcar a puerta vacía. Gol. La primera vez en la temporada en que el Real Zaragoza se iba al descanso con ventaja en el marcador.

Las sorpresas de Javier Aguirre serían necesariamente pocas, tres días de entrenamientos no dan para más, pero no por cantidad perdieron calidad. Con la boca abierta nos dejó a todos cuando tras la lesión de Obradovic en el minuto veintidós, el "jabalí" Paredes se volvía vestir de corto. Marcelino García Toral y José Aurelio Gay opinaban que no servía para este equipo, bien, estamos de acuerdo en que no es Roberto Carlos, pero ayer, después de casi un año sin jugar ni un solo minuto, salió, jugó y cumplió cerrando su banda de la mejor manera que pudo y supo. Bienvenido Javi.

A la vuelta de los vestuarios, el Getafe quería y necesitaba los tres puntos y se volcó en su busca. Boateng en el centro del campo, Manu del Moral y Colunga en punta convirtieron el área zaragocista en un lugar sitiado. El penalti señalado en el minuto cuarenta y seis les espoleó, a la vez que ponía la igualdad en el marcador.

Desde la expulsión de Leo Ponzio en el sesenta y seis hasta el final, el partido estuvo roto, con el Getafe volcado en la portería de Leo Franco y con el Real Zaragoza tratando de aprovechar la salida de balones largos por medio de Braulio, Sinama y un enorme, incombustible y entregado Nico Bertolo. Excelente el trabajo en toda la cancha del argentino.

Ya no existía dibujo ni orden en los últimos minutos. Quedaba lo de siempre, pundonor y un poquito de orgullo que parece que todavía les escuece a nuestros jugadores. Habrá que esperar todavía algún partido para apreciar el trabajo -que tiene y mucho- del "vasco" Aguirre. De momento, el siguiente envite es el Villarreal, aspirante a campeón de la liga de los simples mortales.

Reto conseguido. Ni una palabra sobre ese señor que dice que es árbitro de fútbol, ni del penalti a Lafita nada más comenzar el encuentro, ni de la agresión de Boateng a Contini, ni el no fuera de juego de Sinama -para una vez que estaba en línea-, ni de la mala aplicación del reglamento en el penalti de Sinama, que, según reglamento, no es falta sino juego peligroso y por tanto libre indirecto, y tampoco se ha comentado la injusta expulsión de Leo Ponzio que tiene el brazo más que pegado, incrustado al cuerpo cuando la pelota le golpea. Bien Teixeira, bien.

Ficha del partido (as.com):

Getafe: Codina; Miguel Torres, Rafa, Marcano, Mané; Boateng, Casquero (Gavilán, min. 45); Pedro Ríos (Miku, min. 71), Parejo, Manu del Moral (Arizmendi, min. 80); Colunga.

Zaragoza: Leo Franco; Ponzio, Jarosik, Contini, Obradovic (Paredes, min. 22); Edmilson, Gabi; Jorge López (Braulio, min. 56), Lafita, Bertolo; Sinama Pongolle (Pinter, min. 70).

Goles: 0-1, min. 32: Bertolo. 1-1: m.49: Colunga, de penalti.

Árbitro: Teixeira Vitienes (Comité Cántabro). Mostró cartulina amarilla a Sinama Pongolle (min. 46) y Edmilson (min. 66) por parte visitante y a Miguel Torres (min. 64), Rafa (min. 90) y Marcano (min. 91) por parte local. Expulsó a Ponzio, del Zaragoza, por doble amonestación (min. 46 y 66).

Incidencias: Partido correspondiente a la décimo segunda jornada del campeonato nacional de Liga disputado en el Coliseum Alfonso Pérez ante cerca de 8.000 espectadores.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Real Zaragoza 1 - Sevilla 2. Sin rumbo.

En medio de la contradicción, dudando entre la entrega del partido contra el Mallorca y la vergüenza de la eliminatoria de Copa del Rey contra el Betis, se asomaban por los vomitorios los aficionados zaragocistas. Cogían asiento antes de que Muñiz Fernández pitase el inicio del Real Zaragoza-Sevilla de la tarde de hoy.

Sobre el terreno de juego José Aurelio Gay planteaba su 532, ese sistema diseñado para parar la hemorragia de goles pero con el que no hemos sido capaces de terminar ni un sólo encuentro de Liga con la portería a cero. Los sistemas no son ofensivos o defensivos por propia naturaleza sino que dependen de la intencionalidad con que se quieran jugar y plantar en la línea de tres a Edmilson, Gabi y Ponzio es una auténtica declaración de intenciones. Intención de no querer perder, ganar ya lo intentaremos otro día. Las ausencias por lesión de Ander Herrera y Jorge López dejaban huérfano de fútbol al equipo, pero existían en el banquillo jugadores de perfil similar para sustituirles, Boutahar, Bertolo o Kevin Lacruz -¿dónde anda?- serían el recambio natural para la creación. Sin embargo, la tripleta Gay-Nayim-Solana consideraron más oportuno mantener a Edmilson en el pivote y condenar a Gabi y Ponzio a intentar hacer algo frente a la fortaleza defensiva del Sevilla.

El Sevilla de Gregorio Manzano decidió romper los esquemas zaragocistas regalándole el balón al contrario. A ver qué sois capaces de hacer, debió de pensar "el profesor" Manzano. En esta tesitura, la estrategia en ataque maña se basó en lanzar balones contra la defensa sevillista para tratar de aprovechar algún balón rechazado. ¿Por qué lo hacen si no saben?, se preguntaban a los aficionados cada vez que veían a Gabi o Ponzio conduciendo la pelota hasta el área para buscar pases a los delanteros, en lugar de ensayar el disparo desde la frontal que es algo en lo que ambos destacan. Pero hay tantas cosas que los aficionados no entendemos que esto tampoco es algo que nos quite el sueño. En el último año hemos visto de todo en la Romareda y nuestra capacidad de sorpresa e incluso la de indignación andan bajo mínimos.

Sin remate arriba, el Real Zaragoza continuaba mareando la pelota, hasta que Kanouté robó un balón en la medular a Edmilson y pasó a Luis Fabiano que se fue hacia la puerta de Doblas mientras Lanzaro se paraba pidiendo un inexistente fuera de juego. Toni Doblas falla al no tapar correctamente su palo y el palo es para los que estábamos asistiendo a ese ejercicio de impotencia que fue hoy el Real Zaragoza.

Toni Doblas, con problemas musculares que le impiden sacar de puerta, está mostrándose excesivamente inseguro en los últimos encuentros. Contando con dos porteros de garantías para la titularidad, tal vez sería el momento de recuperar a Leo Franco, pero parece que el argentino no está en la lista de jugadores utilizables para el entrenador -o entrenadores, o triunvirato, o pareja, o lo que sea... -.

En el descanso, salieron de la partida Ponzio y Lanzaro para dar entrada a Marco Pérez y Bertolo. El esquema se recompuso en un 442. Se revolucionó el juego y ahí el Real Zaragoza es donde luce, en mitad del desconcierto, cuando el partido se convierte en un correcalles es donde los chicos del león sacan la poquita rasmia que tienen, cuando el público les grita y les exige es cuando reaccionan. A la desesperada. Desgraciadamente no todos los días te pitan un penalti en el tiempo añadido y el cabezazo de Nico Bertolo con el que se conseguía el empate momentáneo no fue suficiente.

Tampoco sirvió que el árbitro ignorase el juego al límite de la legalidad de Contini -penalti incluido- y que sí que tuviese las gafas puestas para expulsar a Fernando Navarro en el minuto 72. Contra diez al Zaragoza le comió la ansiedad por conseguir los tres puntos. Boutahar fue el último cambio, por Contini, pasando Edmilson al centro de la defensa, pero ni los minutos de fútbol del holandés ni la bulliciosidad de Bertolo, ni el quiero y no puedo de Braulio y Marco Pérez fueron suficientes.

Lo que nadie esperaba esta tarde era lo que pasó en el último minuto de partido, la estupidez de control que realiza Jiri Jarosik. Un jugador de su veteranía jamás debería permitirse esa frivolidad de sacar el balón controlado de tacón cuando eres el último jugador y te presiona un delantero internacional como Álvaro Negredo. Jarosik trató de enmendar su error colocándose de delantero centro en los últimos segundos. Nada. 1-2 y adiós a la oportunidad de sumar.

El Sevilla esperó y se llevó tres puntos. ¿Merecidos? por supuesto, supieron leer el partido mejor que los jugadores y los técnicos del Real Zaragoza. Se agazaparon y confiaron en la gran calidad de sus jugadores arriba mientras el rival nadaba para ahogarse en la orilla.

Así está el Real Zaragoza ahora mismo, ahogado, tocado y hundido. Con motines a bordo -¿qué pasa con Edmilson y Ponzio?- y con la afición, con el zaragocismo, preguntándose eso que cantaba la trianera Remedios Amaya: "¿Quién maneja mi barca?".

Ficha del partido (as.com):

R. Zaragoza: Doblas; Diogo, Jarosik, Lanzaro (Marco Pérez, min.46), Contini (Boutahar, min.85), Obradovic; Ponzio (Bertolo, min.46), Edmilson, Gabi; Lafita y Braulio.

Sevilla C.F.: Javi Varas; Dabo, Martín Cáceres, Alexis, Fernando Navarro; Perotti, Zokora, Renato (Negredo, min.65), Capel (Alfaro, min.40); Kanouté y Luis Fabiano (Konko, min.75).

Goles: 0-1. min.29. Luis Fabiano; 1-1. min.54 Bertolo; 1-2. min.91. Negredo.

Árbitro: Muñiz Fernández, del C. Asturiano. Expulsó con tarjeta roja directa al sevillista Fernando Navarro (min.72). Amonestó a los locales Contini, Diogo, Obradovic y Braulio y a los visitantes Alexis, Luis Fabiano, Javi Varas y Kanouté.

Incidencias: partido correspondiente a la undécima jornada de liga disputado en el estadio La Romareda de Zaragoza ante unos 20.000 espectadores.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Copa de S.M. el Rey 2010-2011. Eliminados

Qué bonita fue la primera victoria. Aquella noche en Heliópolis a la sombra de las palmeras. Gay con sus cinco defensas. Pepe Mel con su Emana venga a correr. Porque hay que ver cómo correr estos chicos de Segunda División. Corren por la derecha, corren por la izquierda, corren por el centro. Y encima llevan el balón pegado a los pies. Aquel día ganamos de penalty, lo marcó Gabi, cómo no.

Normalmente, cuando en una eliminatoria, de Copa, a doble partido, contra un equipo de inferior categoría, tienes la suerte de conseguir un resultado positivo en campo visitante y el partido de vuelta es en tu feudo, habitualmente cuando estas circunstancias convergen, quiere decir que tienes grades posibilidades de pasar al siguiente nivel. Si además ese equipo está en pleno proceso de alzamiento psicológico porque los resultados empiezan a ser positivos, la lógica indica que el partido de vuelta, del minuto 90 al 180, deben ser una fiesta de reconciliación entre los elementos sociales de un club de fútbol. A saber: jugadores, cuerpo técnico, aficionados y directiva. En el caso del Real Zaragoza, la comunión con el último de esa lista parece ya imposible, pero los otros tres deberían haber vivido hoy una noche de satisfacción.

Pero ya sabemos de sobras que lo de este equipo no es la lógica. Si Freud se reencarnase pediría hacerlo en la maternidad del Miguel Servet.

¿Qué se puede decir de la pantomima que hemos vivido hoy en la Romareda?. Que se estrenaba Boutahar, que salía Edmilson pero en lugar de en la defensa se ha puesto por delante de ella, que no sabemos por qué hoy hemos jugado 442, con defensa adelantada y en línea, que Diogo y Ponzio han hecho por momentos el ridículo intentando frenar a los extremos del Betis, que Rubén Castro parecía Messi, que Pepe Mel ha tirado de cantera y Gay de Pínter. No hay ninguna razón que explique porque el equipo no ha salido a dormir el partido y cerrar atrás por encima de todas las cosas para tratar de mantener viva la única ilusión que nos quedaba a los aficionados.

Está bien consolarse pensando que la Copa es un estorbo, pero lo cierto es que una parte de nuestra historia que nos duele muy dentro cada vez que nos la niegan. Hoy nos la han negado unos jugadores completamente pasivos y desconcertados y un cuerpo técnico inepto, incapaz de ofrecer variantes tácticas solventes.

El circo empezó pronto, cuando todos creíamos que Iturralde González había pitado una falta a nuestro favor en el medio campo bético. Craso error. Que la grada dude es comprensible, que los jugadores no tengan la tensión suficiente para estar atentos en esa jugada es imperdonable, que de un sólo pase un jugador se quede solo a la espalda de Doblas es improbable y que Contini puntee el balón en línea de gol es surrealista.

Gay le enseñó la pizarra a Gabi en el cambio de Ander por lesión. El técnico madrileño debe de ser de los que nadie quiere de compañero en el Pictionary. Empató Jarosik de cabeza, pero antes del descanso Rubén Castro se llevó la recompensa justa por su juego. 1-2. Fuera de la Copa en 45 minutos.

El Betis con un equipo donde reservó jugadores, movió a su antojo lo que quedaba de encuentro. El Real Zaragoza sólo ensayó los disparos desde lejos pero Casto seguro que para el domingo no tiene que cambiarse de guantes, los tiene a estrenar. Daba igual Braulio y Lafita que Braulio, Marco Pérez y Lafita. En los últimos minutos intentamos tirar de orgullo, pero para tener orgullo hay que tener dignidad y la actitud del equipo esta noche ha sido totalmente indigna. Indigna del Real Zaragoza. Ni la media decena de saques de esquina jaleados con fuerza por los aficionados han valido para equilibrar la contienda. Un solo gol hacía falta para cambiar frustración por ilusión. Imposible. El concepto como pollos sin cabeza es el que más se ajusta a lo que se ha visto hoy en el Municipal.

Se acabó. Adiós un año más. Y van cuatro consecutivos.

Ficha del partido (as.com):

R. Zaragoza: Doblas; Diogo, Jarosik, Edmilson (Pinter, min.62), Contini, Ponzio; Bertolo, Gabi, Boutahar (Marco Pérez, min.76); Ander Herrera (Lafita, min.31) y Braulio.

R. Betis: Casto; Miguel Lopes, Belenguer, Dorado, Nacho; Israel (Juande, min.86), Iriney, Arzu, Salva Sevilla (Beñat, min.70); Rubén Castro y Jorge Molina (Ezequiel, min.78).

Goles: 0-1. min.12. Contini (propia puerta); 1-1. min.15. Jarosik; 1-2. min.36. Rubén Castro;

Árbitro: Iturralde González, del C. Vasco. Amonestó con tarjeta amarilla a Ponzio y Contini, del Real Zaragoza, y a Belenguer, del Real Betis.

Incidencias: partido correspondiente a la vuelta de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey disputado en el estadio de La Romareda de Zaragoza ante unos 11.000 espectadores.

lunes, 8 de noviembre de 2010

Real Zaragoza 3 - Real Mallorca 2. No diga fútbol, diga sufrimiento.

Décima jornada del campeonato del Liga y la Romareda se desperezaba en mitad de una tarde gris, fría y desapacible de noviembre. Mientras Fernando Alonso jugaba su primer match ball para ser campeón en Brasil, el Real Zaragoza intentaba ganar el primer juego de este segundo set.

Su rival el Real Mallorca entrenado por Michael Laudrup, un tipo elegante donde los haya y parte de ese altar de idolillos con borceguíes que tenemos todos los aficionados al fútbol que crecimos con Espinete y Don Pimpón. Sus equipos no tienen su atractivo pero sí la plasticidad y solidaridad que mostraba él en su juego. El Mallorca no es un equipo bonito, es un buen conjunto, con jugadores cuya mejor virtud es la velocidad y la verticalidad. Si a eso le empastas una línea defensiva contundente -incluso dura a veces- y un portero como Aouate, consigues que un club metido en un proceso de concurso de acreedores, retirado de la competición europea por deudas y con unos dirigentes de ida y vuelta habituales de los juzgados, se convierta en uno de los oponentes más complicados de la competición.

Este verano, Webó, se quejaba que en los cuatro años que llevaba jugando para el equipo balear no había recibido su sueldo, su ficha, ni una sola vez a tiempo. Bueno, si no tiene sitio en el Mallorca siempre puede pedir que le hagan una prueba para jugar de ala-pívot en el Vive Menorca, porque está claro que sabe jugarla con la mano. Ciertamente, más bien con el antebrazo que es la parte de su extremidad superior izquierda con la que se ha colocado el balón para fusilar las redes defendidas por Toni Doblas en el minuto 19.

El pesimismo inundaba de nuevo el ánimo zaragocista. Otra vez igual. Hasta entonces el esquema en periodo de ajuste de José Aurelio Gay estaba siendo efectivo para dominar el tempo del partido. La entrada de Ander Herrera por Adam Pintér en la medular pretendía ser la clave para que la iniciativa del balón fuese del Real Zaragoza. Sin embargo, las transiciones rápidas y largas de balón buscando el área contraria lo antes posible hacen de la joven perla canterana un elemento prescindible. Cuando tiene la pelota tiene calidad y le gusta inventar, intentar cosas diferentes, pero con la misma efectividad que un cuchillo de plastilina.

Nos fuimos al descanso con las orejas rozando los hombros, contrariados con nosotros mismos y cabreados con el árbitro. La verdad es que en la reanudación, por el oeste se veían abrirse las nubes y aparecían los ámbares del anochecer pintando el cielo. Pase suavecito y con muy malas intenciones, como a él le gusta, de Ander Herrera para Braulio -una pena que no haya cerrado su gran actuación con un gol- que se encontró con tres señores de camiseta roja y pantalón negro cercándole, media vuelta del canario que rozó el balón lo suficiente para que el oportunismo encarnado en Ángel Lafita equilibrase el marcador. Entre tanto, la defensa Jarosik, Lanzaro, Contini, Diogo y Obradovic -que había sustituido a Ponzio que se fue a visitar al señor Roca-, anduvo jugando al despiste entre ellos, perdiendo el dibujo constantemente ante las entradas por banda de Pereira y Nsue. Fue precisamente el primero de ellos quien colocó de nuevo soga sobre el cuello del zaragocismo. Galopada en solitario dejando en evidencia las carencias de Carlos Diogo y tiro cruzado desde la izquierda para dejar a Toni Doblas sin tiempo de reacción. Ya estábamos otra vez con los pies rozando el borde del cadalso. A punto de caer. El final de esta película ya lo hemos visto demasiadas veces.

En circunstancias normales, la crónica habría terminado aquí, entre lamentaciones por la nueva derrota y mordiscos en la lengua para no sobrepasar los límites de la buena educación. Pero, de repente, se sumó a la partida el "señalado y acusado" Nico Bertolo que, al igual que ocurrió en Valencia, salía sustituyendo a un defensa -Lanzaro- y recomponiendo el sistema en un 442. El argentino decidió correr todo lo que el resto de sus compañeros ya no podían. Gabi y Jorge López se encontraban desfondados por el esfuerzo que conlleva tener que recuperar constantemente la posición por las pérdidas de balón en el medio campo, a la vez que se esforzaban en que los balones llegasen hasta la línea de vanguardia. Y además de correr, Bertolo tiró a puerta, y no sólo tiró a puerta sino que fue entre los tres palos, y no sólo eso sino que su disparo hizo que Aoute volviese a doblar el riñón para rescatar el esférico del fondo de la portería mallorquinista. 2-2, partido nuevo pero escasos diez minutos para pensar que pudiese pasar algo más por mucho que Marco Pérez hubiese entrado por Lafita en busca del gol perdido. De hecho, el sentimiento era de temor por perder el punto que tanto había costado conseguir.

Ya se iban llenando las escaleras de gente hacia la salida del estadio y un silencio espeso y casi molesto se instaló en la grada cuando cronómetro del marcador se apagó. Normalmente no tenemos motivos para darle la razón a Gay, pero hoy sí, hoy tiene razón, este equipo, el Real Zaragoza, nunca se rinde y cuando el reloj ya ni siquiera era parte del partido una jugada a cámara lenta por la banda derecha zaragocista, mientras estábamos más pendientes de que el trencilla señalase el final del encuentro que de otra cosa, el balón llegó a los pies de Gabi y de ahí a las manos de Martí -éstas sí que las vio el trío arbitral a diferencia de las de Ramis-. Puede que el árbitro tardase aproximadamente dos segundos a señalar el punto de penalti. Para los zaragocistas fue una eternidad. Igual de eternos que los tres minutos que tardó el CAPITÁN, Don Gabriel Fernández Arenas, ese señor que luce orgulloso la cuatribarrada en su brazo, en lanzar allá donde Dudu Aoute era incapaz de llegar.

Podríamos decir que no hemos llorado pero mentiríamos y a nosotros no nos gusta mentir. Todavía nos tiemblas las piernas y el aire aun no pasa bien por la garganta. Primera victoria de la temporada y como ha dicho alguien por ahí: gracias, gracias, gracias, gracias, gracias, gracias, gracias, gracias, Dios por hacerme del Real Zaragoza.

Nos vemos el miércoles en el mismo sitio, en el mismo lugar, en la vieja Romareda primera línea de fuego. Como siempre y sufriendo como nunca.

Ficha del partido (as.com):

R. Zaragoza: Doblas; Diogo, Lanzaro (Bertolo, min.68), Jarosik, Contini, Ponzio (Obradovic, min.46); Jorge López, Gabi, Ander Herrera; Lafita (Marco Pérez, min.78) y Braulio.

R. Mallorca: Aouate; Cendrós, Nunes, Ramis, Ayoze; Joao Víctor; Nsue, Martí, De Guzmán (Tejera, min.79), Pereira; y Webó.

Goles: 0-1. min. 19. Webó; 1-1. min.57. Lafita; 1-2. min.61. Pereira; 2-2. min.79. Bertolo; 3-2. min.94. Gabi, de penalti.

Arbitro: Paradas Romero, del C. Andaluz. Amonestó con tarjeta amarilla a los locales Lanzaro, Diogo y Bertolo y a los visitantes Joao Víctor, Pereira, Webó, Cendrós, Tejera y De Guzmán.
Incidencias: partido correspondiente a la décima jornada de liga disputado en el estadio de La Romareda de Zaragoza ante unos 21.000 espectadores.

domingo, 31 de octubre de 2010

Valencia C.F. 1-1 Real Zaragoza. SE ABREN LAS NUBES Y RESULTA QUE HABÍA SOL

Un par de cocacolas, una bolsa de patatas, corre que ya empieza, ¡gol!, ¡ha sido gol!, ¿no ha pitado fuera de juego?, ¡no!. Golazo de Lanzaro. ¿En serio? que sí, que sí, que ha sido gol. Llegan los rezagados, que hemos marcado, ¿ya?, sí, Lanzaro. ¿En serio? que ya te he dicho que sí. Después de más de una década sin ganar en la Comunidad Valenciana ni un solo partido de los jugados en Primera División, un inicio así le saca la sonrisa a cualquiera.

Alegría y alboroto. Más alegría y más alboroto al ver como el 5-3-2 no es necesariamente un esquema que nos encierre atrás. El centro de campo con Gabi, Jorge López y Pinter ha impedido a Ever Banega y Mehmet Topal crear juego pero, sin duda lo mejor, es que hoy el riojano estaba con ganas de jugar, de romper las líneas enemigas con pases medidos. Y arriba ha encontrado buenos aliados con Braulio, un batallador del área y el "Lince" -se lo va ganando poco a poco- Lafita, quien es mucho más incisivo jugando en la media punta que en el extremo.

El objetivo planteado por Gay al equipo en estos momentos es evitar que nos marquen goles como quien le echa pan a los patos y el Real Zaragoza lo está consiguiendo. Los tres centrales, en este caso Jarosik, Contini y Lanzaro, crean una barrera difícil de superar, más cuando entre ellos se engarza uno de los dos pivotes, hoy era Pinter quien cumplía esa labor. De esta manera, los laterales, Ponzio y Diogo, son más libres para ayudar en la elaboración, sumarse al contragolpe y atar las posibilidades de los laterales contrarios que ya no tienen tan fácil romper la jerarquía defensiva del Zaragoza. Claro, todo esto dentro de la relatividad que supone comparar lo anterior con lo actual, teniendo en cuenta que el equipo todavía anda buscándose a sí mismo. Parece que ya se va reconociendo.

Maldita mala suerte que Lanzaro tuviese tanto hambre de gol hoy. En el minuto 44, entre Doblas y Lanzaro, Lanzaro y Doblas, no se han entendido y el italiano ha rematado a gol un balón colgado por los valencianista en el área zaragocista. La tontería del día. Hasta ahí se había contenido bien el peligro que Aduriz, Mata y Pablo Hernández son capaces de crear a cualquier equipo. Irse al descanso con un empate cuando las ocasiones a tu favor se han sucedido te contraría, pero lejos de ser un condicionante que a los jugadores del Real Zaragoza les hiciese bajar los brazos, se ha convertido en una jugada más del partido, algo que no les ha hecho perder la concentración ni el ánimo. Cambio de actitud, sin duda.

Introdujo José Aurelio Gay a Ander Herrera en sustitución de Pinter para la reanudación. La joven joya de la cantera no está teniendo actuaciones muy notables ultimamente, más bien desacertadas. Debió pensar Delgado Ferreiro que para que no se desdibujase más sobre el terreno de juego era mejor que no continuase jugando. Roja directa. Y si alguien sabe por qué que nos lo explique. Desde luego, nosotros, después de ver una y otra vez la repetición desconocemos los argumentos del colegiado. Porque sí puede ser una buena razón, que debe de ser la misma que aplicaron los linieres para pitar sendos fueras de juegos, inexistentes, a Braulio cuando se queda con opción clarísima de gol frente a Moyá. Uno en la primera parte, otro en la segunda, y un extraño corner que acabó en nada porque el arbitro pitó. ¿El qué? ni idea. ¿Y la agresión a Gabi? pues lo de siempre.

En superioridad, el Valencia con Soldado, Aduriz y Joaquín, se lanzó arriba a por el partido. Por suerte el Real Zaragoza seguía con los tacos sobre el césped de Mestalla. Reconvertidos a un 4-4-1, con Edmilson sustituyendo a Contini, que amenazaba con dejar con 9 al equipo, la ausencia de Ander no se acusó, incluso en velocidad y al contragolpe consiguieron rondar la primera victoria de la temporada. Aguantó bien Lanzaro las provocaciones y bajadas de tensión de Aduriz y Soldado.

Finalmente, el 1-1 en el marcador, ha provocado el enfado de la grada de Mestalla y que los zaragocistas nos mordiesemos el labio con fastidio. Lástima. Casi. Ha estado cerca.

Empieza a escampar y aunque para nosotros allí sólo exista el diluvio, tal vez el sol venga de Mallorca.

Ficha del partido (as.com):

Valencia: Moyà, Miguel, David Navarro, Ricardo Costa, Mathieu, Topal, Banega (Manuel Fernandes, m.76), Pablo (Joaquín, m.61), Mata, Vicente (Soldado, m.68) y Aduriz.

Zaragoza: Toni Doblas, Diogo, Lanzaro, Jarosik, Contini (Edmilson, m.70), Ponzio, Jorge López, Pinter (Ander Herrera, m.45), Gabi, Lafita (Bertolo, m.76) y Braulio.

Goles: 0-1, m.3: Lanzaro. 1-1, m.44: Lanzaro en propia puerta.

Árbitro: Delgado Ferreiro (colegio vasco). Amonestó por el Valencia a Banega, Aduriz y David Navarro y por el Zaragoza a Contini y Gaby. Expulsó con roja directa a Ander Herrera (m.68)

Incidencias: Partido de la novena jornada de la Liga española de primera división disputado en el campo de Mestalla ante 40.000 espectadores. Terreno de juego en buenas condiciones.

domingo, 24 de octubre de 2010

Real Zaragoza 0 - 2 F.C Barcelona. Pues tampoco fue para tanto

Qué bonitos son estos partidos para el aficionado. Todo. Desde el lunes hasta el día del encuentro. Cabreos, piques, la emoción de esa vocecilla interior que te dice muy bajito, muy bajito: "y si..." y te pone mariposas en el estómago, acompañadas de una media sonrisa tontorrona pensando en la posibilidad de lo que verbalizas imposible.

Vas un poquito antes al campo, sientes esa pequeña cuota de vergüenza ajena viendo a los tuyos, a tus vecinos, compañeros de trabajo, amigos de la infancia, padres con niños que juegan en el parque de tu barrio, esperando con ansia y éxtasis la llegada del equipo rival. Y todo eso por más que lleves toda la semana pensando en que no vas a sufrir, que vas a obviar ilusionarte, que es más complicado que nunca, al final, te enciende el orgullo, olfateas los recuerdos ya lejanos y pasas la mano por frente sacando de tu cabeza lo que imaginas del futuro. Empieza el partido.

Orden y prietas las filas era la consigna zaragocista. Para frenar el potencial ofensivo del F.C Barcelona, José Aurelio Gay -e imaginamos que su staff técnico con él- idearon una línea de cinco atrás -quizás demasiado atrás-, incluyendo a Lanzaro junto a los titulares Jarosik y Contini. Obradovic y Diogo cerraban los laterales, o intentaban cerrarlos, ya que parar por un lado a Alves y Pedrito y por el otro a Iniesta es casi una utopía para cualquier defensa media de cualquier campeonato europeo, más aun para la del colista de la BBVA. Y sin embargo, ahí iban pasando los minutos y nada. Doblas se mostraba seguro y la grada con él.

Incluso, la sorprendente por inédita entrada de Braulio como delantero de referencia, hizo a nuestro Real Zaragoza más incisivo. Es curiosa la relatividad de la realidad, ¿más incisivo?, por supuesto, hasta hoy comíamos sin dientes. Qué pena, no haber sabido fabricar más fútbol, tener más fluidez en el pase, la seguridad de saber dónde estará el compañero, qué lastima no ser más ágil organizando el contragolpe, en definitiva, vaya chasco que no funcionen mejor todas esas cosas que dependen del entrenamiento diario y no de lo que la genética repartió a cada uno. O no se explica o no se enteran, la cosa es que no se entienden.

Igual que Lanzaro, Matteo Contini y Jiri Jarosik, no deberieron de comprender muy bien entresemana que cuando un jugador del equipo rival lleva el balón y otro pasa por su espalda dando las buenas tardes, no es necesario que vayan los tres juntos a por el señor que lleva el balón. Debió de haber una interferencia de comunicaciones similar a la que no le permitió llegar el mensaje a Ander Herrera que decía: "Cuidado con perder balones en el centro de campo". Y entonces llegó Messi. 0-1 y un poquito menos de ganas de estar allí sentado.

Pero como todo es relativo, de la seguridad de la goleada y la humillación a la realidad del 0-1 te hace ver la segunda parte de otra manera, con optimismo. Venga, que hoy igual empatamos. Lo pensamos todos menos Ponzio, que en el minuto dos de la segunda parte decidió jugar a "mosca" con Dani Alves, que se derrumbó cual muñeco de trapo tiroteado. Roja y a la calle, el tercer expulsado en tres partidos consecutivos, curioso en un equipo con tan poca intensidad como el Real Zaragoza. Por lo menos el duelo a tarjetas lo ganamos, cinco amarillas a una y dos rojas. Gracias, Pérez Lasa, nunca lo olvidaremos.

Y ahí se plantó el Real Zaragoza, ante el Barça hexacampeón, con 45 minutos por delante y un jugador menos para echar el cerrojo. Dicen que el Barça no quiso correr, que jugó en punto muerto con la inercia de su calidad. Puede ser. O también puede ser que los ciclos, por propia definición, suban y bajen, que con el tiempo se pierda brillantez y queden los resultados. E incluso puede ser que por fin nos hayamos dado cuenta de que el fabuloso Barcelona de Josep Guardiola -el que mea colonia- normalmente juega contra otro equipo, que mejor o peor trata de defender sus intereses. Y el Real Zaragoza lo intento, timidamente, casi candidamente, pero lo intentó, y si el resto de las jornadas que quedan de liga lo intetasen con el mismo ímpetu que ayer tal vez, y sólo tal vez, encontrásemos algo de luz, una pequeña esperanza a la que agarrarnos. Y entonces llegó Messi. Rebote, rebote, rebote, adiós. Gol al más puro estilo zaragocista.

Justo antes del segundo gol, Gay quiso intentarlo. Remodeló al equipo dejando una defensa de cuatro, introduciendo a Jorge López por Contini para darle algo de juego al centro de campo, donde Gabi no daba a basto, y en punta incluyó a Marco Pérez, saliendo del partido Ander que todavía no había entrado en él. El siguiente cambio fue Boutahar por el minimo Lafita que sigue maullando por el césped. Incomprensible que Boutahar siga sin ser titular y ni siquiera sea el primer cambio.

Así se fue acabando, terminando otro Real Zaragoza-F.C. Barcelona, con la sensación de que tampoco fue para tanto. No fue para tanto ni el juego del Barça, ni la entrega del Real Zaragoza, ni el ruido en la grada, ni el escándalo arbitral. Con el pensamiento de que lo único exagerado que hubo fue la ovación a Iniesta y la certeza de que ya nada es relativamente como antes.

La semana que viene nos espera la maldición de levante. Hasta la próxima victoria.

Ficha del partido (as.com):

0 - Zaragoza: Doblas; Diogo, Jarosik, Lanzaro, Contini (Jorge López, min.61), Obradovic; Gabi, Ponzio, Ander Herrera (Marco Pérez, min.61); Braulio y Lafita (Boutahar, min.76).

2 - Barcelona: Valdés; Puyol, Piqué, Abidal; Alves, Busquets(Mascherano, min.87), Keita, Messi; Pedro (Bojan, min.73), Villa e Iniesta (Thiago, min.71).

Goles: 0-1. min.42. Messi; 0-2. min.66. Messi.

Árbitro: Pérez Lasa, del Comité Vasco. Expulsó, con tarjeta roja directa al zaragocista Ponzio (min.47) y al segundo entrenador, Nayim (min.85). Amonestó con tarjeta amarilla a los locales Lanzaro, Gabi, Lafita, Braulio y Ponzio y al visitante Piqué.

Incidencias: partido correspondiente a la octava jornada de liga disputado en el estadio de La Romareda de Zaragoza ante unos 26.000 espectadores

lunes, 18 de octubre de 2010

Ath. Club de Bilbao 2 - Real Zaragoza 1. La crónica de lo que nunca fue

En el minuto 23, Llorente, remató de cabeza para marcar el segundo de los bilbaínos.

Justo antes del pitido final, el canario Braulio, consiguió el gol de la honra para los blanquillos que, desde el 52, jugaron con diez por la expulsión de Adam Pintér.

Felicitar a Toquero y Susaeta por el estupendo partido que realizaron ayer, es simple destacar cuando no se tiene rival, cuando el partido se asemeja a una pachanga veraniga. El problema es que ayer soplaba un cierzo del carajo y ya hemos sacado la bufanda y los guantes. El Real Zaragoza todavían no se ha atado ni las botas. Tenemos incluso la duda de que sepan hacer la lazada.

Y hasta aquí, ya está, ni queremos ni podemos decir más. Esta es la crónica de lo nunca fue, de un equipo que no es, de un partido que no existió.

Ficha del partido (as.com):

Athletic Club: Iraizoz; Iraola, San José, Ustaritz, Koikili; Susaeta, Gurpegui, Javi Martínez, Muniain (Gabilondo, min.80); Toquero (Ibai Gómez, min.66; Igor Martínez, min.71) y Llorente.

Real Zaragoza: Doblas; Diogo, Lanzaro, Contini, Ponzio; Pinter; Braulio, Gabi, Ander Herrera (Boutahar, min.62), Bertolo (Marco Pérez, min.71); y Sinama Pongolle (Jorge López, min.82).

Goles: 1-0, min.11: Iraola. 2-0, min.23: Llorente. 2-1, min.94: Braulio.

Arbitro: Ramírez Domínguez (Comité Andaluz). Expulsó a Pinter, en el minuto 52, por doble tarjeta amarilla. Además, mostró tarjeta amarilla a los locales Susaeta, Ustaritz, San José, y a los visitantes Ponzio, Diogo, Sinama Pongolle y Braulio.

domingo, 3 de octubre de 2010

Real Zaragoza 2 - Real Sporting de Gijón 2. Entre tinieblas.

El Real Zaragoza, ahora mismo, es como esas desapacibles mañanas de noviembre, entre el cierzo y las nubes que pasan rápido soltando gotas frías de lluvia. Esas en las que sólo deseas llegas lo antes posible a algún lugar para relajar los hombros y quitarte el frío de las orejas. Y de repente, cuando más te ha cuajado el frío y más indiferente estás del mundo, notas un pequeño golpe de calor, un rayo de sol pasajero que roza tu cara enrojecida. Días de borrasca, víspera de resplandores que cantaban Héroes del Silencio.

Silencio rabioso el que pidió Sinama a la grada cuando -por fin- encontró la fortuna del gol, ese tesoro escondido que tanto le cuesta encontrar a este Real Zaragoza. Nos tocó asentarnos al final del río donde ya le han sacado toda las pepitas de oro al cauce y sólo quedan sedimentos de estío. Y sin embargo, ese barro secado al sol puede sacar buenos adobes para la construcción. A falta de riqueza tenemos obreros, gente como Gabi que luchó hasta el último minuto sin desfallecer, sin mirar ni una sola vez al suelo. Él es el capitán.

Ayer el guionista del partido estaba inspirado. Durante media hora, permitió que los zaragocistas llevasen el peso del encuentro, creasen fútbol, atacasen una y otra vez, por las bandas, por el centro, en pase largo, en pase corto, pero les negó de manera cruel la posibilidad de tirar entre los tres palos. Demasiado tranquilo vivió la primera parte Juan Pablo para lo que la lógica dice que debería haber sido, pero no debemos olvidar que la lógica no existe a este lado de la acequia. Para poner más tensión en la ya de por sí frenopática grada de la Romareda, un segundo de relajación que se tomaron Nico Bertolo "El recuperado" e Ivan Obradovic, sirvió para que la estirada de Toni Doblas fuese inútil ante el tiro de Lora que fue desviado por la pantorrilla del serbio hasta su destino fatal. Subida de tensión -en todas las acepciones de la palabra- en la grada y al descanso sin descanso.

Aquí nuestra crónica continúa en el minuto dos de la segunda parte. ¿Qué ha pasado?. Penalti y roja a Jarosik. ¿Qué?. Nubes negras y mañana buena rosada sobre los campos de Zaragoza. ¿Qué hacemos? si ya ni la voz te sale para gritar. La idea era ir a por el partido, Gay hizo su declaración de intenciones quitando a Obradovic, introduciendo a Ponzio de falso lateral y acompañando arriba a Pongolle de Braulio, esa era la idea. La realidad que escribió el maldito guionista fue que antes de echar a andar tan brillante plan, el equipo maño se quedase con un jugador menos, con la defensa desarmada y la derrota encajada como un puñetazo en el estómago.

El Sporting cuenta con mucha velocidad para salir al contra ataque y eso no es bueno para la retaguardia zaragocista. Del mismo modo que no lo era la guarnecida defensa de los gijonenses para la escasa efectividad maña.

Lo que no esperaba el autor es que los personajes se le rebelasen. Quién iba a imaginar que Ponzio, Contini y Diogo iban a crecer varios centímetros para tapar el hueco del ausente. Se le volaron las hojas por la ventana al creador de tan magnífica tragicomedia en el mismo momento que Gabi, Ander, Bertolo y Braulio decidieron que no era un día para perder. Y las musas se vistieron de flamenco y bailaron rumbas al ritmo que marcaba Toni Doblas en su feudo. De aquí no pasan más. Sin argumentos se quedó su pluma cuando Sinama Pongolle rompió las reglas del juego marcando dos goles, uno con la derecha y otro con la izquierda. Pero al malévolo artista le quedaba un as en la manga, Jorge López, quien llevaba escalera de color y se la jugó para unirse a la rebelión, igual que lo hizo Marco Pérez.

Exhautos, agotados, perdiendo las medias, así terminaron los mañicos del león en su pelea contra su propia mediocridad. Diez que valieron por once, pero once que no valen una victoria. Y te da por pensar, si dando hasta lo que no tenemos no fuimos más allá del empate, qué futuro nos espera dentro de quince días en la Catedral, qué será de nosotros dentro de veintiuno frente al Barça, qué redención esperamos encontrar en el campo del líder, si nunca nos sentó bien el aire de levante. Será lo que tenga que ser, lo importante es que nosotros no dejemos de ser lo que somos.

Ficha del partido (as.com):

Real Zaragoza: Toni Doblas; Diogo, Jarosik, Contini, Obradovic (Braulio, min.46); Ponzio, Gabi; Lafita (Jorge López, min.69), Ánder Herrera, Bertolo; y Sinama Pongolle (Marco Pérez, min.75).

Sporting de Gijón: Juan Pablo; Lora, Botía (Jorge, min.59), Gregory, José Ángel, Rivera (Matabuena, min.75), Eguren, Ayoze, De las Cuevas (Bilic, min.70), Diego Castro y David Barral.

Goles: 0-1. Min.33: Obradovic en propia puerta; 0-2. Min.47: Diego Castro de penalti; 1-2. Min.57: Sinama Pongolle; 2-2. Min.61: Sinama Pongolle.

Árbitro: Ayza Gámez, del Colegio Valenciano. Amonestó con cartulina amarilla por el Real Zaragoza a Diogo y Ánder Herrera y por el Sporting de Gijón a Botía, José Ángel y Juan Pablo. Expulsó con tarjeta roja directa a Jarosik en el minuto 47.

Incidencias: Partido correspondiente a la sexta jornada de la Liga de Primera División celebrado en el estadio de La Romareda, de Zaragoza, ante unos 22.000 espectadores con buena temperatura y viento y terreno de juego en buen estado.

lunes, 27 de septiembre de 2010

La crónica musical: bulevar de los sueños rotos

Llevamos algunos días de retraso con la crónica musical aunque la canción que os vamos a poner puede servir perfectamente para resumir los últimos partidos de nuestro Real Zaragoza.

Por el bulevar de los sueños rotos...

La crónica. ATLÉTICO DE MADRID 1, PSEUDO-REAL ZARAGOZA 0.

Normalmente, los dichos de la cultura popular son capaces de encerrar la más cruda de las realidades. La crónica de hoy se resumiría en aquel que dice que hay cosas que parecen bolsas, las vuelves del revés y son bolsas otra vez. A este simulacro de equipo profesional que defiende el escudo del Real Zaragoza por mucho que lo miremos de izquierda a derecha, de derecha a izquierda o de abajo a arriba, de arriba a abajo, sigue siendo lo mismo. Un conjunto pobre de ideas y de efectivos, carente de la esencia pura del fútbol que es el gol, renegado de sí mismo y rodando a trompicones en una espiral de autodestrucción.

Cuánto negativismo rondando las mentes zaragocistas. Tal vez no deberíamos ser tan vehementes, al fin y al cabo, en un encuentro donde no pensábamos a priori tener ninguna opción, tan sólo nos llevamos un gol en la mochila. Y tuvimos oportunidades, incluso nos sacudimos ligeramente el complejo de inferioridad en algunas jugadas de la primera parte. En la segunda dominamos, cierto que contra diez, pero el balón fue nuestro. Pero, al igual que el cojo denota su cojera al caminar o que el tartamudo sólo lo es al hablar, el Real Zaragoza se desnuda cuando trata de jugar al fútbol. Ese bonito equipo de laureada historia, con sus trajecitos recién estrenados y las botas relucientes, pierde las formas y se tambalea en cuanto el arbitro pita el inicio. Ni la refrescante presencia de Kevin Lacruz, ni el retorno de il capo Contini, ni las plegarias a María Santísima Virgen del Pilar, consiguieron que pareciese un equipo de fútbol sobre el césped del Vicente Calderón.

Debutó Lanzaro, que ni bien ni mal sino todo lo contrario, intentando dar forma a la banda derecha y Ponzio recuperó un lugar -da igual cuál- en el centro de campo junto a Gabi, Ander y Kevin Lacruz. Después del gol del Atlético -pronto, muy pronto, demasiado pronto-, Leo Franco tuvo que abandonar el terreno de juego pero Toni Doblas le suplió con garantías y demostrando por qué fue una de las figuras más queridas de aquel último ascenso -hace poco, muy poco, demasiado poco-. El gol de Costa, obligó a Gay a conceder una variante táctica, modificando el 4231 inicial por un 442, en el que Lafita acompañaba a Marco Pérez en ataque. Eso y nada viene a ser lo mismo, porque ni Marco Pérez es capaz de ver portería ni el "Minino" Lafita le da profundidad al equipo.

Además, el Real Zaragoza ha decidido también desafiar las leyes de la ciencia demostrando empíricamente de 1+1 no son 2, sino 0. Veáse claro el ejemplo. En el descanso, José Aurelio Gay decide retirar a Lacruz para introducir a Sinama Pongolle. Marco Pérez y Sinama Pongolle. Un delantero más otro delantero, 1+1=0. Pero no contentos con desmontar los principios básicos de las matemáticas haciéndonos suppoters de la nulidad, también desafiamos la memoria de Isaac Newton, siendo el Sr. Pongolle la única persona -que no sólo futbolista- capaz de mandar por encima del larguero un libre indirecto dentro del área. Rizando el rizo, Don Sinama atentó contra la máxima esa que dice que nunca un hombre tropieza dos veces en la misma piedra y en la repetición de esa falta volvió a no aproximarse ni a la portería. Curioso ingenio este Real Zaragoza que no antiende a las leyes convencionales del cosmos ni de la lógica.

Ojalá esta vez la culpa fuese del entrenador. Ojalá decirle adiós sanase nuestras heridas. Pero si en el minuto 60, José Antonio Reyes vuelve a repetir la estupidez de autoexpulsarse frente a Matteo Contini tal y como lo hiciese la Liga pasada, dejando a su equipo con diez, con más de media hora por delante, con todos los efectivos atacantes zaragocistas sobre el campo, introduciendo además a Nico Bertolo quitando un defensa, si aun así lo más peligroso que es capaz de generar este equipo es un tiro desde fuera del área de Jiri Jarosik y acabas sufriendo atrás para parar los envites del Kun Agüero, ahí, querido José Aurelio, la culpa no es tuya. Ni tuya ni nuestra, ni siquiera de los jugadores. Son lo que son, son los que son.

El sábado recibiremos a la Mareona. Viene el Sporting de Gijón. Y estos humildes cronistas le piden a San Judas Tadeo, patrón de los imposibles, palabras para contarlo e ironía para aguantarlo. Se agota el diccionario a la misma velocidad que la paciencia, que ya tiene comprado un nicho junto con su hermana ilusión (DEP hace días).

Ficha del partido (as.com):

Atlético de Madrid: De Gea; Perea, Godín, Domínguez, Filipe Luis; Reyes, Assuncao, Tiago (Mario Suárez, m. 63), Simao; Forlán (Kun Agüero, m. 73) y Diego Costa (Valera, m. 81).

Real Zaragoza: Leo Franco (Toni Doblas, m. 26); Lanzaro (Nico Bertolo, m. 65), Contini, Jarosik, Obradovic; Gabi, Kevin Lacruz (Sinama Pongolle, m. 46); Ponzio, Ander Herrera, Lafita; y Marco Pérez.

Gol: 1-0, m. 20: Diego Costa culmina una buena jugada por la banda izquierda de Filipe Luis.

Árbitro: Muñiz Fernández (C. Asturiano). Expulsó con roja directa a Reyes, del Atlético de Madrid (m. 60). Amonestó a los locales Perea (m. 37), Tiago (m. 45), Assuncao (m. 54), De Gea (m. 58), Kun Agüero (m. 60) y Valera (m. 87) y a los visitantes Ponzio (m. 18), Lanzaro (m. 45) y Contini (m. 90).

Incidencias: Partido correspondiente a la quinta jornada de Liga en Primera División, disputado en el estadio Vicente Calderón ante unos 40.000 espectadores.

jueves, 23 de septiembre de 2010

Cero

Sonaba L'Albada de José Antonio Labordeta y las palmas desacompasadas de la grada parecían el preámbulo de lo que íbamos a ver en el campo segundos después. Pases a destiempo, carreras estériles, balones a la nada y la maldita mala suerte colgada de la chepa.

Y contra eso, ¿qué hacemos?. Dicen que la suerte también hay que buscarla y en el fútbol eso es una verdad incuestionable. A falta de talento necesitas trabajar hasta que los jugadores asimilen el sistema mecánicamente, la táctica, que cada uno sepa dónde engranar sin desmontar la maquinaria. En ese sentido al Real Zaragoza le faltan infinitas horas de labor para evitar que los extremos cabalguen cual llanero solitario hasta el fondo, mientras los laterales no pasan de la raya de centro de campo, conseguir que nuestros jugadores no choquen entre ellos o que la única posibilidad de ataque sea un balón largo a un único jugador que intente ver puerta, de otra manera la elaboración del juego en la frontal se vuelve tosca e inútil.

Aun así, las gotitas de calidad que tienen gente como Bertolo, Lafita, Ander Herrera o el debutante Kevin Lacruz, sumada a la fuerza de Gabi, nos dejaron con el "¡uy!" en la boca y los brazos levantados cuando el cabezazo cruzado de Nico Bertolo se fue rozando el palo en la primera parte. Al palo contrario al que se lanzó Calatayud -inexpugnable toda la noche- para sacar una buena falta botada por Sinama Pongolle, ese señor que viene a ser como una especie de ente independiente al resto de compañeros, y como él cualquiera de los delanteros que jueguen ahí, que no sabes si van o y si vuelven, si están o se van, que viven en la soledad del niño con el que nadie quiere jugar en el patio del colegio.

No sabemos si eran esas rayas imposibles o si realmente Trezeguet estaba pasado de peso -de lo de Drenthe no tenemos dudas- pero se oyó un murmullo entredientes en el graderío que decía aliviado, menos mal que no ha venido. Porque aunque se llevase el premio gordo el otro día en Barcelona, el Hércules sigue siendo el Hércules, al que le contábamos a la oreja el secreto de que el cuarto no sube -no estaríamos tan lejos nosotros para poder hablarle tan de cerca-. Lo que sí tiene el Hércules es a un tipo como el "Boquerón" Esteban, uno de esos entrenadores que nunca entrenará a la elite pero que siempre tendrá el reconocimiento de los entendidos, un currante de los banquillos que consigue hacer del equipo una homogeneidad y pulirlo para que parezca bonito aunque se tenga que mover en la mediocridad.

Tampoco molestó mucho el equipo alicantino, lo justo para un par de paradas cardiacas de los aficionados pero Leo Franco actuó de desfibrilador. El argentino va ganando confianza después del varapalo del día del Málaga y en el uno contra uno es un auténtico seguro, lo cual está muy bien porque va a ser una situación habitual en su vida zaragocista. Al menos ayer la defensa estaba más asentada, menos desquiciada que otros días, tan sólo Diogo desentonó negativamente en la línea. Está torpe y lento el uruguayo, pero no hay recambio. Jarosik, en la segunda parte, dió solidez y elasticidad al equipo sumándose en más de una ocasión a la medular, además de ser uno de los jugadores más peligrosos en ataque cada vez que subía a rematar alguna falta y corner.

La segunda parte fue prácticamente un monólogo del Zaragoza, no era Sheakespeare, pero teníamos el control y a Kevin Lacruz haciéndose mayor, es uno de esos jugadores que hace mejores a sus compañeros y feliz a la afición. Ahora bien, si además de a la mala suerte, a la falta de calidad y a un rival muy bien guarnecido atrás, también te tienes que enfrentar al señor colegiado, en tal caso dan ganas de alegrarse por el empate a nada. Doble vara de medir en las tarjetas, mala aplicación de la ley de la ventaja e incluso un par de jugadas polémicas en el área de fondo norte. Muy malo.

Casi tan malo como el remate de Marco Pérez. Estamos seguros que con un acompañante ganaría en efectividad y confianza, o -perdón por la maldad- aprendería a ponerse las botas del derecho. Aunque claro, si el muchacho sale a falta de 13 minutos y el acompañante -Braulio- a falta de 5 para el final, pocas o ninguna opción va a tener de desquitarse de los fallos anteriores. Aun así tuvo tiempo de sumar dos errores más, que seguramente hubiesen pasado más desapercibidos si no hubiesen sido en los minutos finales del encuentro cuando todos teníamos los nervios a flor de piel por ver escapar de nuevo la victoria, y también por ver la pasividad del banquillo. Nos faltó un cartel luminoso con lucetas de color: "¡Gay, haz cambios!". No debemos de ser muy buenos con lo de la telepatía porque no conseguimos que reaccionase hasta el minuto 77. Inaudito. ¿Acaso nos valía el empate? No.

El domingo vamos al Calderón. Siempre es bonito jugar en aquel campo aunque metiríamos si dijésemos que tenemos alguna esperanza de sacar los 3 puntos. El lunes será otro día.

Ficha del partido (as.com):

Real Zaragoza: Leo Franco; Diogo, Jarosik, Contini, Obradovic; Gabi, Kevin Lacruz; Lafita (Braulio, min.86), Ander Herrera, Bertolo (Boutahar, min.83); y Sinama Pongolle (Marco Pérez, min.77).

Hércules: Calatayud; Cortés, Abraham Paz, Pamarot, Peña; Fritzler, Abel Aguilar; Rufete (Kiko Femenia, min.74), Tote (Tiago Gomes, min.66), Drenthe (Sendoa, min.83); y Trezeguet.

Arbitro: Iglesias Villanueva, del C. Gallego. Amonestó con tarjeta amarilla a Obradovic, Ander Herrera, Kevin Lacruz y Lafita, del Real Zaragoza, y Abraham Paz, Tiago Gomes y Fritzler, del Hércules.

Partido correspondiente a la cuarta jornada de liga disputado en el estadio de La Romareda ante unos 18.000 espectadores. Se guardó un minuto de silencio por el reciente fallecimiento del cantautor aragonés José Antonio Labordeta.

lunes, 20 de septiembre de 2010

Racing de Santander 2-0 Real Zaragoza. Del carácter y otras ausencias.

Si tienes que escribir la crónica de un partido y el hecho de que desconozcas lo que sucedió durante un tercio del mismo es irrelevante, es que algo no marcha bien. Hay un problema. Y no me refiero al que tenía el dueño del bar para contratar el PPV y que a pesar de depositar nuestra confianza en él, a la media hora decidiésemos buscar otra tasca con televisión. No, eso da igual, me estoy refiriendo al silencio espeso que se mezclaba con el humo en el local, las ancianas miradas escépticas, el mohín decepcionado, tantas sensaciones y ninguna buena que flotaban en el ambiente.

Que suene La Albada de José Antonio Labordeta en Santander y la gente la respete y la aplauda, tiene que levantar el espíritu de cualquiera. El nuestro estaba en pie desde la madrugada. Luego, cuando ves a Leo Franco, Contini, Jarosik, Diogo, Obradovic, Edmilson, Sinama Pongolle, Nico Bertolo... te preguntas, ¿y quién le va a dedicar un gol?, ¿Lafita?, ¿Ander?, mientras en el interior la desazón de pensar ¿qué saben ellos de lo nuestro?. No se por qué, pensamos en el capitán, en Gabi, y un gol suyo como mejor homenaje, él que es de Madrid, pero es que igual no es una cuestión de banderas si no de carácter.

Cierto es que hubo gol de Gabi, tan cierto como la inexplicable falta -o agresión- que sancionó el colegiado a Ander Herrera y dejó sin validez el soberbio zurriagazo del Sr. Fernández. De la misma dudosa honestidad que los innumerables fueras de juego... Bueno, innumerables tampoco, dos o tres, que no era cuestión de desgastarse al contragolpe, ni tampoco en la elaboración, ni en defensa. El objetivo de los chicos de Gay ayer parecía ser no cansarse demasiado. Había rumores de que se pudiese anular el encuentro por incomparecencia del Real Zaragoza. ¿Dónde andaban?. Metidos en el partido desde luego que no.

Encerrados atrás, replegaditos sobre los dominios de Leo Franco -el mejor del equipo-, observaban los leoncitos la escasa calidad futbolística, las limitaciones técnicas del Racing de Santander, que a fuerza de voluntad les iba ganando terreno a unos jugadores que en el minuto 70 ya habían bajado los brazos y la mirada. Si es que en algún momento los levantaron. Parece que sí, que la salida de Boutahar y Pintér, nuevos en el gallinero, daba algo de vidilla, incluso hubo quien se pidió otra cerveza para celebrar los buenos augurios que presagiábamos... Nada. Tristeza y cabeza gacha incluso antes de encajar los dos goles consecuencia de terribles fallos defensivos. Cuando vimos a Marco Pérez sólo delante del portero hubo quién exclamo "¡no lo va a meter!". No era mala idea, ni recochineo, era la voz de la experiencia de un optimista bien informado.

Con un centro de campo desdibujado, un ataque romo y una defensa inconsistente es difícil creer en este equipo. Si ni siquiera José Aurelio Gay mantiene la fe y el ánimo, ¿qué será de nosotros, pobres mortales?... Será que seguiremos, será que no reblaremos, será que somos polvo, niebla, viento y sol sobre el desierto de La Romareda.

Busca buen asiento en la grada del cielo, Labordeta, que seguro que la cosa mejora. Hasta siempre.

Ficha del partido (diario as):

Racing de Santander: Toño; Francis, Henrique, Torrejón, Cisma; Kennedy (Rosenberg, min 65), Colsa (Diop, min 72), Tziolis, Arana; Munitis (Adrián, min 72) y Ariel.

Zaragoza: Leo Franco; Diogo, Jarosik, Contini, Obradovic; Edmilson (Pinter, min 60), Gabi; Lafita, Ander, Nico Bertolo (Boutahar, min 60); y Sinama (Marco Pérez, min 75).

Goles: 1-0, min 71. Henrique. 2-0, min 90. Ariel.

Árbitro: González González (comité castellano-leonés). Mostró cartulinas amarillas a Sinama, Jarosik, Ander y Edmilson por el Zaragoza y a Colsa por el Racing.

Incidencias: Partido de la tercera jornada de la Liga de Primera División, disputado en los Campos de Sport de El Sardinero ante 13.475 personas. Se guardó un minuto de silencio en memoria de José Antonio Labordeta.

lunes, 13 de septiembre de 2010

Real Zaragoza 3 - 5 Málaga CF. Decepción en la Romareda.

La verdad es que hoy es un poco marrón escribir la crónica. Además de la decepción sufrida durante el partido, la que sabe escribir de este tándem croniquero está de baja por lesión y no ha entrado en la convocatoria. Así que me toca a mi decir qué ha pasado en el partido. Por lo pronto, empezaré diciendo el resultado: 3 a 5. El último 3 a 5 que recuerdo en la Romareda fue aquel del "Ha sido el 6", aunque este partido no se ha parecido en nada a aquel.

Había ganas de fútbol en la Romareda, por lo menos en nuestro entorno. La buena imagen del partido de La Coruña debía quedar refrendada hoy en el campo, un tanto vacío. O menos lleno, depende del prisma con el que se mire. El estrambótico fin del mercado de fichajes daba paso al estreno liguero en la Romareda. Y en 1 minuto se ha estropeado todo. Un sólo minuto ha bastado para que volvieran los nervios. Y un par de minutos más para ver la estatua de Franco en el segundo gol.

0 a 2 y absolutamente deconcertados. Y entonces comenzamos a jugar, con buenas combinaciones de Bertolo, Ander, Gabi o Jorge López. Pero como ha dicho nuestro portero a la tele, "venían y marcaban, venían y marcaban, venían y marcaban...". Sin darnos cuenta, 0 a 5 en el 35 -y el que quiera que haga el chiste-. Y Gay solo había hecho un cambio, Sinama por López, quien había tirado a puerta más veces que nuestro joven e inexperto delantero centro.

En 35 minutos se ha batido el récord absoluto de goles encajados, en casa, en menos tiempo de toda la historia de la Liga. Si es que cuando nos ponemos, nos ponemos. Medias tintas, nunca. Somos el Real Zaragoza. Antes de terminar el desastre de primera parte, Edmilson, que ya había tirado al palo, marcó un golazo que dejaba el marcador 1 a 5. Y al vestuario.

La segunda parte fue muy constante. Prácticamente se jugó igual los 45 minutos. El Zaragoza atacaba, pasito a pasito eso sí, y el Málaga, andando, creaba cierto peligro. Pero nuestros fueron los dos goles que hubo. El primero, un disparo raro de Marco Pérez que entró llorando tocando el palo. Y el segundo, un disparo fuerte de Ander tras una buena jugada del equipo. Y poco más. Salió también Kevin al campo, como en aquel debut en Sevilla: con todo el pescado vendido.

Porque realmente no hubo espíritu de remontada. Ni en el equipo, ni en la grada, ni en el entrenador, que ha confesado en la tele que les dijo a sus chicos en el descanso que ganaran la segunda parte... porque para qué iba a decirles que empataran si era casi imposible. Eso explicaría también que acabaran el partido con los 4 defensas. He aquí el manual de cómo no se debe remontar un partido.

No merece mucho la pena hacer un análisis jugador por jugador, sobre todo de los nuevos, ni incluso del entrenador. El partido se ha perdido cuando nos han metido el tercer gol, un error de bulto de Leo Franco cuando mejor estabamos jugando y que ha desplomado las pocas posibilidades que teníamos... que alguna había, puesto que quedaba mucho partido todavía por delante y 2 goles se pueden remontar.

Ahora, a esperar el partido del Racing, que está colista con 0 puntos y suponemos que tendrá ganas de puntuar. ¿Veremos cambios en la alineación? ¿Doblas? ¿Debutarán alguno de los nuevos fichajes? El domingo lo sabremos.

Ficha del partido (Diario AS):

R. Zaragoza: Leo Franco; Diogo, Jarosik, Contini, Obradovic; Gabi, Edmilson (Kevin Lacruz, min.73); Jorge López (Sinama Pongolle, min.36), Ander Herrera, Bertolo (Lafita, min.58); y Marco Pérez.

Málaga: Galatto; Jesús Gámez, Stardgaard, Weligton, Mtiliga; Fernando, Juanito, Eliseu (Luque, min.82); Owusu-Abeyie, Juanmi (Edu Ramos, min.78) y Edinho (Rondón, min.61).

Goles: 0-1. min.1. Fernando; 0-2. min.8. Juanmi; 0-3. min.28. Fernando; 0-4. min.30. Juanmi; 0-5. min.34. Owusu-Abeyie; 1-5. min.41. Edmilson; 2-5. min.68. Marco Pérez; 3-5. min.82. Sinama Pongolle.

Árbitro: Mateu Lahoz, del C. Valenciano. Amonestó con tarjeta amarilla a Diogo y Contini, del Real Zaragoza, y a Stadsgaard, Jesús Gámez y Juanito, del Málaga C.F.

Incidencias: partido correspondiente a la segunda jornada de liga disputado en el estadio de La Romareda ante unos 21.000 espectadores.

lunes, 30 de agosto de 2010

R. C. Deportivo de La Coruña 0 - Real Zaragoza 0. En busca del gol perdido

Riazor, cinco de la tarde. El olfato de los aficionados reclamaba ya el olor a hierba húmeda y recien cortada. Pitido inicial y la Liga 2010-2011 echa a rodar para nuestro Real Zaragoza entre el excepticismo y la ilusión inherente de todo buen zaragocista que siempre cree que algo bueno puede ocurrir.

El once inicial era el esperado en el que, fichajes al margen, aparecía la novedad del doble pivote Ponzio-Gabi, los dos realizaron un trabajo de presión fantástico que se vió realzado con las llegadas a la frontal del madrileño. Sin embargo, ni el uno ni el otro son grandes creadores, finos estilistas en el pase, pero no es necesario cuando en las bandas tienes fútbol, y este equipo tiene mucho fútbol en la derecha con Jorge López y en la zurda de Nico Bertolo. El riojano anda un poco al ralentí pero lo que destilan sus botas es la esencia más pura del balompié. Tan pura como la que acompaña al bueno de Nico. Argentino y zurdo, no hay más que decir, o sí: incisivo, revoltoso, gambetero, canchero e intenso, el complemento perfecto para Ivan Obradovic que parece haber vuelto para quedarse. Bienvenido sea.

Menos brilló la línea de defensa, seguramente por falta de demanda de sus servicios, ya que el Deportivo de la Coruña tampoco tuvo mucha intención de molestar, excepto en la salida de alguna falta en el primer tiempo y un par de galopadas solitarias en el segundo. Ni Jarosik, ni Contini sudaron demasiado ayer, y aunque el italiano anda más relajado de lo que nos había acostumbrado, Jiri Jarosik sigue demostrando la clase que atesora sacando el balón desde atrás. Carlos Diogo, por su parte, cumplió en la banda derecha. No tuvo muchas complicaciones Leo Franco y completó su primer partido oficial con los blanquillos de forma notable.

Y si pocos destellos tuvo la defensa, a la delantera se le había apagado el candil directamente. Ander Herrera anduvo pululando entre centro de campo y Marco Pérez, aun así tuvo la primera buena ocasión rematando desde fuera del área. Mientras, el colombiano aclaraba sus ideas en punta. La primera que debe aclarar es en qué portería debe rematar, es imperdonable que un delantero no sea capaz de empujar un balón a las redes estando a un metro de la línea, pero ya es inexplicable que ese balón ni siquiera vaya a puerta y salga despejado hacía el interior del campo. Pero él lo sabe, es consciente y su cara lo denotaba cuando fue cambiado por Braulio. El Real Zaragoza necesita un "9" y tiene menos de 48 horas para conseguirlo.

Todo esto y algún detallito de Ángel Lafita, fue en la segunda parte, porque la primera fue una especie de calentamiento, de prólogo futbolístico a la realidad, a esa realidad que nos gusta, nos agrada, una realidad solidaria, seria y explosiva, una realidad carente de gol. En resumen, una realidad esperanzadora.

Ahora tenemos una semana de descaso en la que recomendamos doble sesión a Marco Pérez y un poco de ginseng a Jorge López. Por lo demás, continúen, que la línea de trabajo no debe de ser mala cuando esta humilde crónica no ha necesitado mencionar al señor entrenador. Enhorabuena. Nos vemos en 15 días.


Ficha del partido:

Deportivo: Manu; Manuel Pablo, Lopo, Colotto, Morel; Juan Rodríguez, Antonio Tomás; Urreta, Míchel (Valerón; min.42), Guardado (Saúl; min.77); y Adrián (Riki; min.63).

Zaragoza: Leo Franco; Diogo, Jarosik, Contini, Obradovic; Gabi, Ponzio; Jorge López (Lafita; min.72), Ander, Bertolo (Edmilson; min.92); y Marco Pérez (Braulio; min.81).

Árbitro: José Antonio Teixeira Vitienes, del colegio cántabro. Mostró amarilla a Ander (min.83), por parte del Zaragoza.

Incidencias: Encuentro correspondiente a la primera jornada del campeonato de Liga, disputado en el estadio de Riazor ante unos 15.000 aficionados.

domingo, 29 de agosto de 2010

La crónica musical: buenas vibraciones

Volvemos de nuevo a la crónica musical mientras terminamos la crónica de verdad, que, además de aquí, podréis leer también en Pasión Zaragocista.

Hoy hemos jugado el primer partido de la temporada en Riazor y hemos empatado a 0. Aun así, yo creo que se han transmitido buenas vibraciones, como nos decían los Beach Boys.

lunes, 12 de julio de 2010

Ahora resulta que el cielo es rojo...



Toda la vida viéndolo en azul y blanco, tan lejos, tan inalcanzable, y resulta que es que tenía el color del crepúsculo, del plenilunio de verano... rojo.

ENHORABUENA CAMPEONES. Gracias por hacernos felices...



*foto de Cadenaser.com

jueves, 8 de julio de 2010

Dos ex-zaragocistas cerca de la gloria (y un maño adoptado)


España finalista de un Mundial de Fútbol. Ese titular suena a ciencia-ficción. Imposible. Irreal. Algo no va ahí. España es la que siempre pierde, la que en cuartos vuelve a casa, la que de niños ganan todo y de mayores nada...


Y sin embargo, hoy leo los periódicos, oigo los noticieros de la radio y descubro que lo de ayer no fue un sueño, que el gol de Carles Puyol, un chico de Lérida -o Lleida-, ocurrió, sucedió, que los maravillosos pases de Xavi -éste es de Tarrasa, o Terrasa- sí se dibujaron en la fría noche Sudafricana. Fueron verdad los disparos de Xabi Alonso -de Tolosa mismo- y los regates de Pedrito, perdón, Don Pedro -de Tenerife-, que Iker Casillas -de Móstoles- sí estuvo allí. Todos estuvimos ayer allí, con nuestros chicos, con los que conocemos y han crecido en nuestro lugares comunes. Entre todos vencieron a la que siempre gana en ese deporte que inventaron los ingleses, qué poquito miedo daba anoche Alemania -¡Viva el pulpo!-.

Especial arraigo y sentimiento en este camino a la gloria tengo por Gerard Piqué y David Villa, de Barcelona y Tuilla respectivamente. Los he visto crecer, hacerse mayores, saltar al cesped de la Romareda casi con el bocadillo de Nocilla todavía en la mano, con la cara manchada de los charcos de la calle. Son nuestro pequeño orgullo en toda esta historia. La ilusión me hacía soñar este año con un España-Argentina, y juntar tanta calidad como fuimos capaz de disfrutar en el Municipal: David Villa, Piqué y Diego Milito. Pero la soberbia y la ignorancia son malos compañeros en la vida y a Diego Armando Maradona se le desequilibran habitualmente en la balanza. Así que me quedé sólo con media sonrisa.

Para convertirla en carcajada de felicidad tengo batallando a un chavalín nacido en Salamanca pero criado a la verita del Ebro, Álvaro Arbeloa. Yo creo que lo conseguirá.

Me hacen feliz. Orgullo, satisfacción y un poquito de nostalgia por lo que se fue. No lo puedo evitar.

Suerte "maños", el próximo domingo a las 20'30 os toca abrir las puertas de cielo a patadas.

*Foto de as.com

miércoles, 19 de mayo de 2010

La Crónica Musical: la revolución de los limones

Acabó la liga, POR FIN! Y el Zaragoza jugó su último partido de la temporada ante el Villarreal.

Pero un "suceso" eclipsó, para alguno de nosotros, el fin de semana futbolístico. Y es el tema Paco González del que se ha hablado ya largo y tendido y del que esperamos una pronta solución.

Pues nada, le mandamos un bratzzo a Paco González y unos cuantos limones, además de dedicarle la última crónica musical de la temporada.

ÁNIMO PACO!

domingo, 16 de mayo de 2010

Real Zaragoza 3 - Villarreal 3. Emociones intranscendentes

Última tarde en la Romareda. Despedidas, despecho, goles, sonrisas, lágrimas y ni el cierzo del Moncayo faltó anoche. Noventa minutos de sentimientos encontrados que empezaron y terminaron ahí, entre el agradecimiento a los muchachos que desde septiembre del año pasado se han levantado una y otra vez después de cada tropiezo, luchando hasta el final por nuestro escudo, y el rechazo a unos gestores ineptos, inexpertos o incapaces que son como esa asignatura maldita del estudiante que al llegar el verano quema sus apuntes para purificar su espíritu y olvidar.

El único que se jugaba algo era el Villarreal, pero a juzgar por el primer tiempo parecían resignados a no lograr su objetivo. Sin embargo, lejos de abogar a los deméritos de los castellonenses, hay que alabar el maravilloso fútbol que desarrolló el Real Zaragoza. Gabi y Edmilson se hicieron dueños del centro del campo y repartieron juego a una y otra banda donde se desdoblaban Obradovic y Pulido, mientras que Colunga encontraba siempre la espalda de la defensa. ¿Por qué no disfrutamos de esto siempre? la respuesta es Senna, un centrocampista con oficio, internacional por España y que plantado delante de la línea de cuatro villarrealense, desarmó al equipo de Gay en la segunda mitad. También Rubén Gracia "Cani", que atesora la experiencia que le falta a nuestro Ander Herrera, junto con Ibagaza consiguieron abrir huecos entre la defensa y el mediocampo maño, que poco a poco fue perdiendo el dibujo y la posición. En resumen, necesitamos algo más que solvencia para brillar y sobre todo no sufrir en las profundidades de la BBVA.

El encuentro se puso muy pronto interesante para el Real Zaragoza y la afición -poca- que asistió a la Romareda. Un lanzamiento de falta de Eliseu en el minuto cuatro, abrió la lata que acabaría sirviendo Adrián Colunga en el 29. Mano a mano con Diego López del máximo goleador zaragocista, el "Robinson" que nos ha hecho olvidar al "Chupete" Suazo. ¿Qué habría pasado si el asturiano hubiese jugado más?, ¿seguro que sólo es un jugador de últimos minutos?. Antes del descanso, Pulido celebró su regreso al once titular con el tercer gol de la tarde. No se podía pedir nada más y nos creímos lo de que fueron felices y comieron perdices.

Pero los cuentos en Zaragoza, con un balón por medio, suelen tener finales inesperados, habitúan a sostenerse sobre el hilo de la incertidumbre. Fieles candidatos siempre a un guión de José Luis Cuerda. Y antes del descanso los aficionados ya contemplábamos la duda razonable, cuando Cazorla hizo el primero de los amarillos. En la dura competencia que tuvieron las defensa de ambos equipos por ver cuál era la peor, Roberto y Diego López tuvieron la opción de lucirse, pero esta vez la intranscendencia alcanzaba sólo a Roberto Jiménez, Diego López debía presentar sus candidatura para viajar a Sudáfrica -respetable opinión del Sr. Del Bosque aparte, en este concurso tienen más méritos Valdés, Casillas, De Gea o Reina que López-.

Entre tanto, llegó el segundo de Cazorlita. Resignación. Por suerte, para evitar el aburrimiento y la dejadez de la grada siempre habrá un entrañable clown que anime el circo. Estrada Fernández. Un penalti, dos agresiones, y dos fuera de juego. Sigan jugando, sigan. El espectáculo debe continuar y el Villarreal todavía podía empatar. Rossi, en el 82, dicho y hecho.

A pesar del esfuerzo, el "Submarino" se quedó sin Europa League. Es lo malo de no depender de uno mismo, se llama frustración, la misma que encerraba ese "Nosotros te queremos, Roberto quédate", las alabanzas a Colunga o las que hubiese tenido Matteo Contini de no haberse equivocado hace una semana. Pero como dice la canción, unos entran y otros van saliendo. Siempre es igual, siempre la misma desolación del abandono cuando ves alejarse a tus jugadores. Identificación y nostalgia reprimidas para que no duela cada adiós. Se marcharán muchos y llegarán algunos. Se abre la lonja.

Muerta la 2009-2010, damos la bienvenida a la 2010-2011. ¡Viva la Liga! Bienvenidos a otra sesión del baile de ilusiones.

Ficha del partido:

R. Zaragoza: Roberto; Pulido, Goni, Jarosik, Obradovic; Gabi, Edmilson; Eliseu (Abel Aguilar, min.77), Ander Herrera, Jorge López; y Colunga.

Villarreal: Diego López; Angel, Gonzalo, Godín, Capdevila; Cazorla, Bruno (Fuster, min.83), Ibagaza (Senna, min.46), Cani (Escudero, min.77); Rossi y Nilmar.

Goles: 1-0. min.4. Eliseu; 2-0. min.29. Colunga; 3-0. min.35. Pulido; 3-1. min.40. Cazorla; 3-2. min.55. Cazorla; 3-3. min.76. Rossi.

Árbitro: Estrada Fernández, del Comité Catalán. Amonestó con tarjeta amarilla a los locales Ander Herrera, Colunga y Gabi y a los visitantes Ibagaza y Ángel.

Incidencias: partido correspondiente a la última jornada de liga disputado en el estadio de La Romareda de Zaragoza ante unos 22.000 espectadores.

La Boba de Nico v2.0 - Octubre de 2007 © Srs. Ló-Sánchez