No pudo ser. Todos esperábamos puntuar en Mestalla. Aún así, seguimos vivos a la espera del crucial partido contra el campeón de liga. Aún perdiendo ayer, continuamos fuera del descenso por segunda semana consecutiva. Parece que no, pero moralmente es un buen dato...
El planteamiento inicial era bueno: sacar un centro de campo consistente para aguantar la salida fuerte del Valencia. A priori, fuera de casa parece inteligente jugándote lo que te juegas, además teniendo en cuenta el desgaste del sábado pasado.
¿Problema? que no hemos sabido jugar así y nos han marcado en la primera parte... que el centro de campo no ha hecho su labor de contención y que siempre corríamos detrás de ellos en lugar de ir a la presión de frente. Así imposible robar balones. Que Óscar no ha sido capaz de llevar la manija para subir balones a la delantera. Que cuando hemos tenido opciones de empatar (hubiese sido muy bueno 1 punto) se ha lesionado Chus que estaba haciéndolo fantástico. Que Milito no es un hombre revulsivo. Que Aimar no tenida el día. Y que hemos acabado con 10 porque Diogo se ha lesionado con los cambios hechos... y a partir de ahí no hacía más que estorbar...
San César nos asistió en 4 paradones que nos hubieran sacado los colores, aunque si Hildebrand (tenía forma de gran melón) no hubiera sacado las de Serginho y Gabi y este último hubiera clavado ese tiro raso que iba al palo...
En fin, que este domingo veremos el próximo capítulo del suplicio en el que se está convirtiendo la temporada de la ilusión (óptica, más bien).
jueves, 8 de mayo de 2008
Valencia 1 - Real Zaragoza 0
Publica Ángel A las 14:43:00
Etiquetas: La crónica, Real Zaragoza
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