Diario de a bordo. Día 7º.

Confirmado, Ricardo será uno de los nuestros.

Además, anoche recibimos carta del General Bandrés. Ha tranquilizado bastante a los muchachos, por lo menos a mí me ha calmado la ansiedad. Tenemos la promesa de que no faltarán los suministros, que las bodegas del barco son lo suficientemente extensas como para aguantar la travesía, al menos para los próximos 365 días.

Hace ya una semana que partimos y poco a poco empezamos a avanzar. Todavía no hemos encontrado las cartas de navegación y los compases y la brújula está un poco desorientada pero puede que tengamos vecinos de viaje. Ayer divisamos en el horizonte un pequeño navío con bandera del norte que dirigía la proa hacía nosotros. Esperemos que los oscenses lleguen pronto.

El miedo ante lo que nos espera agorrata nuestros músculos, pero no vamos a desfallecer ni ha dejar el timón suelto. La esperanza del retorno es más fuerte que el pánico.