Real Zaragoza-Almería, según el gran Iturralde (¿Cuándo te retiras?)

Venían Tom y Jerry al Municipal, o lo que es lo mismo esa simpática pareja digna de un cartoon de Hanna-Barbera que forman Edu Iturralde y el afable Rafita Guerrero. Prometían espectáculo pero lo cierto es que me decepcionaron, al menos Rafa, porque Iturralde, el de Getxo, no pensaba defraudar a su afición... Y digo yo, con lo mayorcito que está ya el amigo Fabián por qué se presta a formar parte de las tragedias griegas que siempre nos prepara este trencilla...

Para ser serios en el análisis, habría que decir que no estuvo altamente desacertado, estuvo en la media nacional: mal.

Eso sí, si Guerrero Alonso pasó desapercibido junto a los banquillos, su colega Roberto Díaz Pérez del Palomar, el de la otra banda, tenía una especie de resorte sobaquero que saltaba con cada balón que le llegaba al tipo ese que dice que es Diego Milito (¿?, yo tengo mis dudas).

Bien, por otra parte, os informo que derribar a un contrario en la disputa del balón es motivo de tarjeta, y que si eso mismo lo haces muchas, muchas veces, es infringir persistentemente las reglas del juego y si encima al final la última es una obstrucción con contacto, pues te sacan la segunda amarilla y te vas a acabar de ver el partido al tunel de vestuarios. ¿Queda claro, estimado Gabi Fernández?. También les sacó tarjeta al "juvenil" Ayala y a los almerienses Juan J. Gutiérrez, Domingo Cisma y Miguel Ángel García... y ya perdonareis pero así por el nombre completo no se quiénes son... el 24, el 11 y el 15...

Pero el oido del vizcaíno es fino... y también nos narra esto con su gracil verbo: expulsé al médico D. Antonio Luis Fernández Gere en el minuto 88, por abandonar el banquillo penetrando en el terreno de juego tras la consecución de un gol y dirigirse al asistente número 1 y al público en los siguientes términos: "toma, toma y toma". El asistente número 1 es Rafa, y el público pues... el público. Del dr. no tengo nada que decir, el problema es que no le dejaron acabar la frase, lo que el hombre trataba de decir "toma, toma, tomate una aspirina para el dolor de cabeza", ¿verdad?.

Y nada más, que con lo cariñoso que estaba el ricitos con los nuestros no parecía ni él... yo creo que fue una táctica de despite, claro, los muchachos vieron al Edu, ahí, en plan coleguita y se desconcentraron, normal.