No nos hemos equivocado. Ayer jugamos contra Lizondo Cortés, uno de los pelotas de Sánchez Arminio y Villar, el presidente del funbol, en Valladolid (alias Pucela). Quedó claro:
- penalty a Llorente inexistente
- gol de Llorente en fuera de juego precedido de una falta inexistente
- gol de Serginho anulado por fuera de juego inexistente
Pero claro, también inexistente estuvo el Zaragoza en su centro del campo, pero es que aun así estuvimos a punto de llevarnos un empate. ¿Con tan poco y casi lo logramos? Da que pensar:
- por un lado, en que a poco que hagamos nos salvamos
- por otro, en que no hay más que esto que vemos y que no nos merecemos seguir en la máxima categoría.
La cosa es que ayer, casi morimos del infarto con todo lo que ocurrió. Y van...
Por líneas, César estuvo bien (salvo que se comió el de Llorente en fuera de juego). La defensa desastrosa a excepción de Paredes, cómo no. El centro del campo terrible. Y la delantera desasistida e inocua.
Los cambios... ¿tan mal estaba Serginho para no jugar? Pues un gol (mal anulado) y esa carrera todo el campo para defender el contraataque. Debutó Montejo. No se le vió. Esperaremos a ver si tiene suerte el mozo en otro partido.
Celades merece otro comentario. No se qué hace jugando en primera. Jubilación ya. Igual que Óscar, Juanfran o Zapater. ¿Y Milito? ¿A este qué le pasa?
Esperemos que el domingo ganemos en casa, porque ya no hay vuelta atrás. Nos agarraremos como un clavo ardiendo a la vuelta de Matu y a la de Aimar. Estos saben jugar al futbol, conectar con la delantera, mover el balón. Justo lo que necesita el equipo. Bueno, eso y a la Vírgen del Pilar...
lunes, 31 de marzo de 2008
Lizondo 2 - Real Zaragoza 1
Publica Ángel A las 8:53:00
Etiquetas: depre, La crónica, Real Zaragoza
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