domingo, 30 de marzo de 2008

Enhorabuena Nico.

Por fin se destapó Andrés en su regreso a casa. Enhorabuena.

La crónica del diario Olé:

Y una noche, como para demostrar que la jerarquía es un don que no caduca, Andrés D'Alessandro volvió al fútbol argentino.


En la cancha de Boca, en la antesala del centenario, San Lorenzo empieza a disfrutar de una de las últimas grandes apariciones del potrero nacional.


El partido lo ganó él. San Lorenzo jugó cuando jugó él, tanto que sintió de manera cruda que casi no haya tocado la pelota en los últimos 15 minutos del primer tiempo. Y como pasa con todos los grandes jugadores, potencia a los que tiene alrededor. Si Aureliano Torres parecía un lateral-volante-wing brasileño cuando aprovechó los pases verticales del 10 (le saltó el documento paraguayo en algunos centros). Si Menseguez fue ese Rayo que la gente también quiere disfrutar a partir de punzantes cesiones del estratega. Si Silvera abrió el juego con un gol que pensó y gestó el zurdo que regresó de España.


D'Alessandro jugó de D'Alessandro, sin una posicón fija, en el lugar de la cancha donde veía que más desequilibraba
. Y como desequilibró de entrada por la izquierda, fue casi un 11. Desde ahí, volvió loco a Diego González en el primer tiempo, amontonó marcas siempre, fue descarga permanente, revivió a La Boba y embobó a todos.



Ese Lanús que hace apenas cuatro meses vivió su día más glorioso en la Bombonera, anoche latió y tembló por la zurda y el genio de D'Alessandro. Igual, el equipo que tiene Cabrero logró disimular ausencias y decepciones individuales, se puso ahí del empate a partir del empuje de Fritzler, Blanco, Acosta y Cano, y no le quedó otra que bajar la guardia después de la chambonada de Bossio en el 3-1.



Ese 3-1 que, claro que sí, tuvo a D'Alessandro como protagonista. Es cierto que le debe agradecer al arquero visitante, también que sorprendió con el remate al arco y siempre que se patea al arco algo puede pasar. Y pasó.



Y Ramón Díaz, sonrió. El hombre que más hizo para la llegada de su 10 puso a su hijo (discretito Emiliano), volvió a escuchar el que "de la mano de Ramón Díaz" (música), arrancó el partido con tres defensores y con la entrada de Blanco hizo retroceder a Aureliano Torres (precavido), metió justo a Bergessio y Rivero (estratega), y dejó la cancha sacando pecho (satisfecho).



La apuesta de Lanús es la Copa. Por eso, y por esa racha desvastadora de lesiones, no es casual que haya perdido cuatro veces en siete fechas La apuesta de San Lorenzo también es esa Libertadores siempre esquiva en su historia. Una historia que se ubica en la antesala de centenario y que tiene al equipo en pleno auge. Anoche jugó su mejor partido del año, llegó a los seis triunfos seguidos (dos por Copa) y, por encima de todo, escribió la primera gran página con Andrés



D'Alessandro.



D'Ale, Ciclón.

...cómo duele leer esto cuando ya no estás...

No hay comentarios:

La Boba de Nico v2.0 - Octubre de 2007 © Srs. Ló-Sánchez