viernes, 30 de abril de 2010

4 años...

Desde que el Real Zaragoza jugó la final de la Copa del Rey en el Santiago Bernabeu, aquel 12 de abril del 2006, han sido muchas las vicisitudes que el zaragocismo ha vivido.


Aquel año fue fantástico y la pena fue no coronarlo con el triunfo en la final contra el Espanyol. Habíamos goleado al Barça y al Real Madrid en las eliminatorias previas, dejado por el camino al Atlético de Madrid. En la liga llegamos con aspiraciones europeas, aunque pocas, a las últimas jornadas. Era el equipo dirigido por Víctor Muñoz, en el que se estaba consolidando una de las mejores delanteras del momento con Ewerthon y Diego Milito.

Sin embargo, la afición quería echar sus sueños a volar y en el verano del 2006 se recibió con alegría contenida la llegada de un nuevo propietario, Agapito Iglesias. Se hablaba de Champions, de grandes fichajes, dejar de ser un equipo chiquitito y la ilusión empezó por Víctor Fernández que volvía a casa para hacernos campeones. Aimar era la estrella que nos alumbraba y el fútbol volvió a la Romareda. La 2006-07 se terminó en puestos de UEFA.

Pero no siempre 2+2 son 4 y tener muchos grandes jugadores, o más bien grandes nombres, no siempre asegura el triunfo. El miedo, la desesperación y la incredulidad se fueron poco a poco comiendo el alma zaragocista y después de 4 entrenadores pegamos con nuestros huesos en segunda, una tarde lluviosa de mayo...

El equipo se deshizo.

Las temporadas en segunda división son extremadamente largas, y en realidad nuestra liga comenzó en marzo, cuando decidimos no perder ni un solo partido más hasta final de temporada, para así, de la mano de Marcelino García Toral, volver a la categoría que nos corresponde: la primera división.

Casi un año después estamos todavía tonteando con volver a la Liga Adelante, quedan 4 partidos... como hace 4 años.

Hace cuatro años, el 30 de abril de 2006, era domingo, a las cinco jugaba el Real Zaragoza contra el Espanyol, la revancha por la goleada en la final de Copa. Entorno a las cuatro, yo me estaba preparando para ir hacía la Romareda, el resto de mis amigos, salvo Laura y Quique que son también abonados, habían decidido pasar el puente del 1º de mayo en el prepirineo. Por la mañana me habían mandado un sms desde Loarre, por la tarde iban a ir a hacer rafting en Murillo de Gállego. A las cuatro y media, cuando ya tenía puesta la camiseta y la bufanda, sonó mi móvil, uno de los cuatro coches se había salido de la carretera que va de Ayerbe a Murillo. Llamé a Laura y Quique y quedé con ellos en la puerta 24, donde siempre. A las cinco menos cuarto, llegando ya al Estadio, volvió a sonar mi teléfono. Nunca hubiese querido descolgarlo. Olga había muerto y su hermana Irene había dejado de hablar... Hace 4 años ya... demasiado tiempo. Os echamos de menos.


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La Boba de Nico v2.0 - Octubre de 2007 © Srs. Ló-Sánchez