A priori, un empate en San Mamés siempre es un resultado aceptable. A posteriori, vistos los noventa minutos es un gran premio. En la coyuntura general de la trigésimo tercera jornada es un botín escaso.
Dadas las bajas del equipo y el rival, el planteamiento táctico inicial de 4141, con Edmilson en el pivote, parecía el correcto para evitar el empuje de la medular bilbaína y tratar de encontrar espacios para la contra. Sin embargo, la soledad del delantero en el caso zaragocista toma matices tragicómicos. Humberto Suazo decidió que hoy no era su partido o debía de ser uno distinto al que jugaban sus otros diez compañeros puesto que cuando aparecía en imagen era el único blanquillo que pasaba por allí. Si había algún compañero más rondaba era él quien se desvanecía.
Incapaces de generar fútbol de ataque los maños, las visitas al área contraria se convirtieron en monopolio del Athletic de Bilbao. Con un mismo único delantero, Llorente, el Athletic exigió a Roberto, aunque sus remates blandos tampoco supusieron excesivos problemas para el meta zaragocista. Eso sí, el madrileño nos deleitó con un alarde de reflejos en la primera parte, remate franco de De Marcos en el área pequeña y de repente, de la nada, surgió una mano prodigiosa de Roberto.
Después de tantearse durante los primeros cuarenta y cinco minutos, en la reanudación los leones fueron a comerse a los del león. Tal situación permitió que el Real Zaragoza encontrase huecos para trenzar algunas jugadas, poquitas, tanto es así que todas ellas se puden resumir en un tiro de Ander Herrera -desaparecido en el día de hoy- que se fue parsimonioso a un lado de la portería de Iraizoz, que tan sólo tuvo que agacharse a blocar un balón inocente de Eliseu minutos después.
Llegado el minuto setenta comenzó la ronda de cambios, aunque para entonces ya el banquillo maño había acordado consigo mismo el empate. Dejó su puesto Abel Aguilar para la vuelta al fútbol de Obradovic, lo que devolvió a Gabi a su parcela natural y lo sacó de sus divagaciones en la banda derecha. Pusieron una conferencia con la isla de Suazo para comunicarle que Colunga le relevaba en la garita. Los minutos pasaban mientras Muniain y Ponzio -de vuelta al lateral derecho- se tomaban medidas, pero, afortunadamente, los leones se habían dejado la dentadura en casa y nosotros teníamos demasido miedo de perder un diente en la contienda. Por último, Pulido sustituyó a Ander Herrera -cuánto le queda por crecer al bilbaíno-, Ponzio se fue al centro de campo para ver morir el partido y Pulido ocupó su lugar en la banda, en la defensa junto a Jiri Jarosik, a Paredes que ocupó el lateral zurdo y a un sorprendente Pablo Amo, y es que es realmente sorprendente ver al 5 zaragocista jugando y más manteniendo un aceptable nivel -¿Dónde está Raúl Goni?-.
Habitualmente, cuando un equipo de fútbol sale de inicio en busqueda de la igualdad en el marcador, acaba siendo la víctima propicia para la victoria del oponente. En esta ocasión la especulación de José Aurelio Gay sirvió para conseguir el punto frente a un equipo que está luchando por la clasificación europea, no obstante, cuando tu trinchera está en la línea del descenso hay que tener mayores aspiraciones, todavía más si tus rivales han conseguido los tres puntos -en este caso el Tenerife-. Así pues, nos volvemos para casa a dos puntos del decimooctavo clasificado y a sentarnos a esperar al Real Madrid, equipo que casi triplica nuestra renta de puntos, por no hablar, y mantener la chispa de la ilusión, del golaverage.
Este sábado, Gay cumplirá una vuelta completa de interinidad en el Real Zaragoza. Le deseamos la cierre con mejor suerte que la comenzó porque, sin duda, su acierto será el mejor remo para llegar a la orilla sin ahogarnos.
Ficha del partido:
Athletic Club: Iraizoz; Iraola, San José, Amorebieta, Castillo; Susaeta, Gurpegui (Muniain, min.69), Javi Martínez, Gabilondo (Yeste, min.60); De Marcos (De Cerio, min.78) y Llorente.
Real Zaragoza: Roberto; Ponzio, Pablo Amo, Jarosik, Paredes; Edmilson, Abel Aguilar (Obradovic, min.75); Gabi, Herrera (Pulido, min.90), Eliseu; y Suazo (Colunga, min.82).
Árbitro: Estrada Fernández (Comité Catalán). Mostró tarjeta amarilla a los locales Gurpegui, Iraola y Amorebieta, y a los visitantes Abel Aguilar, Paredes, Ponzio y Gabi.
Incidencias: Unos 34.000 espectadores en San Mamés. Tarde agradable, aunque lluviosa antes del partido. Terreno de juego en buenas condiciones. Trigésimo tercera jornada de liga.
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