Ayer nos llegó por estribor una lancha motora repleta de gente y una breve nota del General: "Estos son vuestros nuevos compañeros". Son Luis Sol, Ernesto Bello, Antonio Prieto y Óscar Luis Celada. Espero que ellos tengan claro cuál es su cometido en el barco, con tan breves instrucciones lo único que sabemos a ciencia cierta es que todos tenemos que remar y el punto de destino, la ruta ni siquiera la conocemos y el rumbo tampoco. Creo que nos tendremos que apretar un poco, sobre todo los de la zona de camarotes individuales, pero cabremos bien.
El Comandante sigue viendo pasar barquitos de otras nacionalidades y comentando lo bien se manejas esas tripulaciones. Y nosotros seguimos tomando el sol, y así pasan los lunes, los martes, los miércoles...
Y mientras sigo viendo como algunos, desquiciados por las sirenas, se dedican a agujerear las maderas del barco. Si no tuviesemos bastante con las termitas tenemos que estar también pendientes de los que pretenden abrir vias de agua poniéndose en peligro ellos mismos. Pobrecillos, no acaban de asimilar la situación, en el fondo les comprendo porque si te paras a pensar... por eso prefiero no pensar, sólo andar.
viernes, 13 de junio de 2008
Diario de a bordo. Días 24º y 25º.
Publica Mari A las 0:10:00
Etiquetas: Diario de a bordo, Real Zaragoza
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
"Si no tuviesemos bastante con las termitas tenemos que estar también pendientes de los que pretenden abrir vias de agua poniéndose en peligro ellos mismos"
Es cierto, y es que nosotros vivimos el Zaragoza, pero ellos viven del Zaragoza... mordiendo la mano que les da de comer. Una cosa es la crítica y otra el resquemor.
Publicar un comentario