lunes, 14 de febrero de 2011

Hércules 2 - Real Zaragoza 1. A merced de los vientos de levante.

Una auténtica maldición la que tiene el Real Zaragoza sobre sí cada vez que cruza el Maestrazgo. Da igual Castellón, Valencia o Alicante, en ninguna de las tres provincias ha sido capaz de ganar un solo partido en casi dos décadas. Únicamente en las dos temporadas de segunda división alcanzamos a rescatar tres puntos de alguno de los encuentros.

Ayer no iba a ser distinto a cualquiera de esos otros días pasados y sobre la alfombra del Rico Pérez el Real Zaragoza volvió a ser derrotado. Dio igual el impecable cabezazo de Braulio y el centro medido de Said Boutahar en el minuto cuatro, no importó el juego combinado y fluido –aunque sin alardes-, fue inútil controlar durante 80 minutos el partido, al final, el destino, las estadísticas y las malas costumbres pudieron más que la necesidad y el imperativo clasificatorio. Al final, Farinós y Trezeguet nos amargaron la merienda.

Los buenos resultados del Sporting de Gijón y del Racing de Santander de la noche anterior disponían que ambos equipos, los alicantinos y los zaragozanos tenían que emplearse para conseguir el mejor resultado posible para sus intereses. Así las cosas, los maños se plantaron bien colocados sobre el campo, muy ordenados atrás donde volvía Obradovic al lateral derecho para demostrar que le sobra calidad, que ofrece profundidad en el lateral y que su fragilidad defensiva la suple con tesón –cuando quiere-. Ponzio sigue creciendo en el pivote por delante de la defensa donde la pata que empieza a cojear ahora es la de Jiri Jarosik. Por delante de ellos, Gabi, Ander y Boutahar se bastaban para tratar de sacar con velocidad los balones recuperados. Quizás esa sea la mayor carencia de este equipo que sigue sin querer tener la iniciativa en el juego. Pero del contragolpe también se sobrevive.

Era el minuto cuatro cuando Boutahar templó desde la derecha un saque de falta que Braulio desvió lo justo para superar la estirada de Calatayud. La alegría por el gol se mezcló con la desazón de los escasos minutos del cronómetro y la sensación de que iba a necesitar algo más este equipo para volver de Valencia con la victoria tan necesaria para seguir respirando.

Los minutos pasaban y se veía más cerca el pitido final. El Hércules trataba de sacar algo positivo de su control del balón pero el partido estaba siendo bien temporizado por el Real Zaragoza. Ni Tote ni Farinós pudieron dañar la fortaleza defensiva de los blanquillos. Sin embargo, parece que esa entereza empezó a resquebrajarse con los cambios introducidos por Aguirre. El primero en salir fue Lafita que se mostró inocuo durante el tiempo que permaneció en el campo, pero esta vez Bertolo no mejoró al zaragozano. Tampoco el debut de N’Daw ofreció alternativas mejores que las que daba Boutahar, a pesar de que salió con fuerza y ganas de demostrar su valía. Ni que decir tiene que Sinama Pongolle fue irrelevante desde que sustituyó, tal vez demasiado pronto, al canario Braulio que trabajó maravillosamente arriba para aguantar los balones que le llegaban y permitir a la segunda línea avanzar posiciones.

Si cambias gaseosa por agua el sabor no varía pero el vino se estropea. Eso fue lo que le pasó ayer al Real Zaragoza, de lo que podía haber sido un tinto de verano fresquito a orillas del Mediterráneo nos acabamos quedando en vino malo y aguado, de los que dan dolor de cabeza al día siguiente y te revuelven el estómago. El estómago nos lo destrozó el zurdazo del veterano Farinós. Imparable. Puede que evitable. El dolor de cabeza nos lo regaló Jarosik cuando perdió de vista al “juvenil” David Trezeguet, quien ejecutó a Leo Franco a espaldas del checo. Adiós partido. En diez minutos los “cuates” de Aguirre tiraron al contenedor ochenta de laborioso trabajo y lo que es peor, todo lo ganado en el último mes.

Después, ganó el Deportivo de la Coruña, empató el Málaga, ganó el Levante y nosotros volvemos a notar el calor del infierno. Sólo un punto, un punto sobre el que sostenerse mientras esperamos que llegue el Atlético de Madrid ansioso por una victoria y llegamos a los pies de un puerto “Hors Categorie”.

Ficha del partido:

Hércules CF: Calatayud, Pulhac, Cortés, Pamarot, Tiago Gomes (Abel Aguilar, min. 76), Thomert (Cristian, min. 69), Farinós, Rodríguez, Tote, Kiko (Portillo, min. 60) y Trezeguet.

Real Zaragoza: Leo Franco, Diogo, Contini, Jarosik, Obradovic, Ponzio, Gabi, Ander, Boutahar (N’Daw, min. 77), Lafita (Bertolo, min. 55) y Braulio (Sinama P., min. 62).

Goles: 0-1, Braulio (min. 4); 1-1, Farinós (min. 80); 2-1, Trezeguet (min. 88).

Árbitro: Velasco Carballo (comité madrileño). Amonestó por el Real Zaragoza a Contini (min. 26), Ander (min. 54), Ponzio (min. 58), N’Daw (min. 81). Por el Hércules a Cortés (min. 45).

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