domingo, 6 de marzo de 2011

¡NOS MUDAMOS!

Nos hemos trasladado. A partir de esta semana nos podéis leer en una nueva dirección donde además encontraréis muchos más contenidos.


domingo, 27 de febrero de 2011

Real Sporting de Gijón 0 - Real Zaragoza 0. Aburridos

Hay síntomas que calibran la calidad del espectáculo del que se está disfrutando. Por ejemplo, cuando te sientas a la mesa del bar para ver a tu equipo del alma, delante de una enorme pantalla con proyector, te pides hasta dos consumiciones para no tener que levantarte a mitad de partido, reservas sitio para tus amigos para que se sienten lo antes posible y no tener que apartar la vista de la imagen y de repente te das cuenta de que antes del minuto veinte de la primera parte ya estás más pendiente de la conversación con tus colegas y de lo que comentan los de los de la mesa de al lado que de lo que Doblas, Diogo, Contini, Jarosik, Paredes, Ponzio, Gabi, Ander, Boutahar, Bertolo y Sinama están haciendo. Efectivamente, esa actitud suele ser sintomática de lo aburrido que puede llegar a ser un encuentro de fútbol y el de ayer en el Molinón lo fue.

El Sporting ha decidido basar su salvación en el rigor defensivo, en un "prietas las filas" que hace de su línea de retaguardia y su centro de campo un muro complicado de atravesar. Por su parte, el Real Zaragoza tiene por hoja de ruta para la permanencia no tenemos muy claro el qué, porque la defensa hace aguas, y cuando llueve tiene más goteras que la cubierta de la Romareda, menos mal que ayer sólo chispeó y que la velocidad de Diego Castro y Barral no causaron inundación, si acaso algún charco. El mediocampo es una línea anárquica que ni ata ni desata, insuficientes en el corte de balón, suspensos ordenando el juego y lanzando el ataque. El ataque: cuando el delantero más peligroso de tu plantilla es un chico que lleva año y medio sin jugar y que apenas ha jugado dos partidos con esta camiseta es otro síntoma, síntoma de que careces de lo más fundamental del fútbol que no es otra cosa más que el gol. No quiere decir que los demás jugadores no puedan marcar, quiere decir que no hay un profesional del gol que solucione eficientemente las jugadas de ataque, las escasas jugadas de ataque. Eficacia y solvencia y ni Braulio ni Sinama son eficaces ni solventes y mucho menos constantes. De Marco Pérez ni sabemos ni se le espera y Uche es el cartel de neón medio destartalado de un hostal de área de servicio en la medianoche de una carretera comarcal. Demasiado poco para soñar, suficiente para creer que mañana no puede ser peor.

Ya habíamos pedido la segunda coca-cola y acabado media bolsa de pipas cuando llegó el descanso. Para entonces ya le habíamos vuelto a ver las vergüenzas a Jiri Jarosik, Diogo mantenía su media de patadas por partido y el azucarillo que es este Real Zaragoza ya empezaba a disolverse una tarde más. Nuevo síntoma en forma de estadística: más disparos que el Sporting, ni uno sólo entre los tres palos mientras que los gijonenses habían acertado con la portería casi en un 100%. Eficacia y solvencia -otra vez-.

Pusimos sobre la mesa media docena de gominolas, cuatro regalices de los grandes y unos cien gramos de maíz. Aguirre por su parte, sacó a Uche y a Braulio en lugar de Boutahar y Sinama mientras en la radio sonaba Julio Iglesias cantándonos al oído aquello de "la vida sigue igual...". Igual siguió, igual acabó, porque pretender a estas alturas que D. Jorge López pueda ser un revulsivo, un revolucionario del juego, una chispa, un acicate, la pimienta de este guiso, es mucho pretender.

Entre pipa y kiko estábamos, comentando que Doblas, para llevar tantos días sin jugar, tampoco lo ha hecho tan mal, justito en las salidas, como siempre, cuando justo en ese momento se nos heló la sangre con el gol del Sporting. Otra vez no, por favor. Menos mal que el auxiliar de Iturralde estuvo atento para ver la posición de fuera de juego e indicar al señor colegiado que el tanto debía ser anulado. Después de aquello el recuerdo del Rico Pérez planeó sobre nuestros pensamientos y lo debió hacer también sobre los de Javier Aguirre que creyó conveniente mantener el pajarillo que teníamos agarrado antes que regalar tres pichones al enemigo.

Y así se fue acabando el partido, con la misma absurdez y monotonía que se terminó la bolsa de pipas, con la sorpresa de algunos granos de sal que vinieron a ser Ike Uche ensayando su disparo desde el fuera de juego. Se fue la tarde como se retira la marea de la playa de San Lorenzo, rápida y en silencio como se nos van los puntos de vida que teníamos cuando empezó este febrero revoltoso.

Ahora viene marzo hostil, con Serrat recordando su niñez en el Mediterráneo y los acordes de Kepa Junkera. ¿Y a nosotros quién nos cantará?, ¿quién le escribirá una canción a este león cobarde, a esta corona sin rey, a este blanco y este azul que no reflejan ni sol ni cielo, que son niebla en invierno y tormenta en verano que empapa y no riega?. ¿Quién nos saca de este secano?.

Ficha de partido:

Real Sporting de Gijón: Cuéllar, Botía, José Ángel, Ivan Hernández, Lora, André Castro (Carmelo, min. 76), Eguren, Nacho Cases (Nacho Novo, min. 76), Diego Castro, De las Cuevas (Ayoze, min. 86) y Barral.


Real Zaragoza: Toni D., Diogo, Contini, Jarosik, Paredes, Ponzio, Gabi, Ander, Bertolo (Jorge López, min. 65), Boutahar (Uche, min. 51) y Sinama P. (Braulio, min. 51).

Árbitro: Iturralde González (comité vasco). Amonestó por el Real Zaragoza a Diogo (min. 24), Contini (min. 40), Ander (min. 69), Paredes (min. 80). Por el Sporting de Gijón a Botía (min. 48), André Castro (min. 53), Lora (min. 56).

lunes, 21 de febrero de 2011

Real Zaragoza 0 - Atlético de Madrid 1. Tanto vagar para no conservar nunca nada.

Un partido sin brillo en mitad de la noche lluviosa fue lo de ayer en la Romareda. Y al final, entre la lluvia y el aire nos quedamos helados con el gol del Kun Agüero. Demasiado hielo para ser febrero.
Con las bajas por tarjeta de Ander Herrera y por lesión de Angelito Lafita, el "vasco" Aguirre puso en liza al recién llegado N'Daw en el centro de campo, en una posición indefinida entre Ponzio y Gabi, mientras que arriba se decidió por introducir dos puntas -los únicos que tenemos- y que Sinama acompañase a Braulio. El francés lo debió de acompañar en espíritu porque presencia tuvo poca.
Los que sí tuvieron presencia y notoriedad fueron Leo Ponzio y N'Daw. El primero se desdobló en esfuerzos para cubrir las carencias defensivas de Obradovic y la descolocación de Jiri Jarosik quien en los últimos partidos no está todo lo fino que debería y que sabemos que puede estar. Ahora es él quien desequilibra la pareja de centrales en la que Contini es ya el Matteo Contini de hace un año. N'Daw, por su parte, aunque todavía algo perdido y sin acabar de estar cómodo sobre el campo, otorgó al equipo presencia por alto, algo de lo que habitualmente carece el Real Zaragoza, y también carácter, no le intimidó ser el nuevo y se ofreció una y otra vez a pesar de no estar muy acertado cortando balones.
Fueron esos balones que misteriosamente se colaban filtrados por un centro de campo inexistente del Atlético de Madrid, los que se convirtieron en veneno puro cuando llegaban a las botas de Agüero y Forlán, que son al Atleti lo que el Madrid y el Barça a la Liga BBVA. Un mundo aparte y Reyes el Villarreal. Y al igual que en ocurre en la clasificación liguera, cuanto más atrás peor y lo que los colchoneros tienen atrás es una defensa torpe, lenta y desordenada de la que ni Braulio ni Boutahar supieron sacar provecho en la primera parte. En la otra portería, Leo Franco crecía un partido más bajo los palos de la portería blanquilla. Entre tanto, Sinama miraba cómo los demás corrían.
Con el cero a cero en el marcador, se fueron al descanso los dos equipos. En la reanudación, Bertolo sustituyó a Pongolle y su juego dio profundidad al Real Zaragoza, tuvo alguna de las ocasiones de más peligro, incluido un disparo casi sin ángulo que sacó De Gea haciendo alarde de sus reflejos. Pero para cuando esto ocurrió, Sergio "el kun" Agüero, había destrozado ya los ánimos zaragocistas. Al contragolpe, no podía ser de otra manera, ni N'Daw ni Ponzio ni Obradovic supieron cortar la jugada antes de que hasta cuatro jugadores del Atlético se plantasen en el área maña. De los cuatro sobraban dos. Forlán y Agüero se bastaron para resolver la contra y facturar los tres puntos camino del Manzanares. Y como un pato en el ídem se quedó el Real Zaragoza. Perdido.
La ovación de la noche fue para Ike Uche, por partida doble, porque reaparecía después de su lesión y por suya fue la mejor ocasión de gol del Real Zaragoza, pero el poste repelió su disparo y dejó al público con las manos en la cabeza, sin entender nada. Escepticismo puro al ver el acta del partido y comprobar que Ujfalusi acabó los noventa minutos sin tarjeta, incredulidad y risa floja golpeando el pecho al ver el criterio desigual del colegiado, Don Delgado Ferreiro. Ahora pito, ahora no, ahora dejo seguir, ahora no... Mal arbitro éste, de los que desconciertan y ponen nervioso, de los que no se sabe qué ha pitado ni a quién ha mostrado tarjeta ni por qué.
Y así se fue el día y el partido, cuando ya era casi medianoche se despidieron los dos equipos, se le dijo adiós a Agapito Iglesias y se tiró de la cadena para ver cómo se escapaba por el desagüe el duro trabajo del mes anterior a la vez que se abría de nuevo ese agujero negro bajo nuestros pies que amenaza con volver a tragarnos. Agarrados con dos uñas al filo del descenso nos quedamos los zaragocistas ayer.

Ficha del partido:
Real Zaragoza: Leo Franco, Diogo, Contini, Jarosik, Obradovic, Ponzio, Gabi, N’Daw (Jorge López, min. 67), Saïd Boutahar (Uche, min. 71), Sinama.P (Nico Bertolo, min. 45) y Braulio.
Atlético de Madrid: De Gea, Perea, Domínguez, Ujfalusi, A. López, Tiago, Raúl García, Reyes, Koke (Elías, min. 83), Kun Agüero (Diego Costa, min. 85) y Forlán (Assunçao, min. 90).
Goles: 0-1, Agüero (min. 66).
Árbitro: Delgado Ferreiro (comité vasco). Amonestó por el Real Zaragoza a Diogo (min. 24), Obradovic (min. 76), Ponzio (min. 82) y Contini (min. 90). Por el Atlético de Madrid a Tiago (min. 43), Domínguez (min. 63) y Assunçao (min. 90).

lunes, 14 de febrero de 2011

Hércules 2 - Real Zaragoza 1. A merced de los vientos de levante.

Una auténtica maldición la que tiene el Real Zaragoza sobre sí cada vez que cruza el Maestrazgo. Da igual Castellón, Valencia o Alicante, en ninguna de las tres provincias ha sido capaz de ganar un solo partido en casi dos décadas. Únicamente en las dos temporadas de segunda división alcanzamos a rescatar tres puntos de alguno de los encuentros.

Ayer no iba a ser distinto a cualquiera de esos otros días pasados y sobre la alfombra del Rico Pérez el Real Zaragoza volvió a ser derrotado. Dio igual el impecable cabezazo de Braulio y el centro medido de Said Boutahar en el minuto cuatro, no importó el juego combinado y fluido –aunque sin alardes-, fue inútil controlar durante 80 minutos el partido, al final, el destino, las estadísticas y las malas costumbres pudieron más que la necesidad y el imperativo clasificatorio. Al final, Farinós y Trezeguet nos amargaron la merienda.

Los buenos resultados del Sporting de Gijón y del Racing de Santander de la noche anterior disponían que ambos equipos, los alicantinos y los zaragozanos tenían que emplearse para conseguir el mejor resultado posible para sus intereses. Así las cosas, los maños se plantaron bien colocados sobre el campo, muy ordenados atrás donde volvía Obradovic al lateral derecho para demostrar que le sobra calidad, que ofrece profundidad en el lateral y que su fragilidad defensiva la suple con tesón –cuando quiere-. Ponzio sigue creciendo en el pivote por delante de la defensa donde la pata que empieza a cojear ahora es la de Jiri Jarosik. Por delante de ellos, Gabi, Ander y Boutahar se bastaban para tratar de sacar con velocidad los balones recuperados. Quizás esa sea la mayor carencia de este equipo que sigue sin querer tener la iniciativa en el juego. Pero del contragolpe también se sobrevive.

Era el minuto cuatro cuando Boutahar templó desde la derecha un saque de falta que Braulio desvió lo justo para superar la estirada de Calatayud. La alegría por el gol se mezcló con la desazón de los escasos minutos del cronómetro y la sensación de que iba a necesitar algo más este equipo para volver de Valencia con la victoria tan necesaria para seguir respirando.

Los minutos pasaban y se veía más cerca el pitido final. El Hércules trataba de sacar algo positivo de su control del balón pero el partido estaba siendo bien temporizado por el Real Zaragoza. Ni Tote ni Farinós pudieron dañar la fortaleza defensiva de los blanquillos. Sin embargo, parece que esa entereza empezó a resquebrajarse con los cambios introducidos por Aguirre. El primero en salir fue Lafita que se mostró inocuo durante el tiempo que permaneció en el campo, pero esta vez Bertolo no mejoró al zaragozano. Tampoco el debut de N’Daw ofreció alternativas mejores que las que daba Boutahar, a pesar de que salió con fuerza y ganas de demostrar su valía. Ni que decir tiene que Sinama Pongolle fue irrelevante desde que sustituyó, tal vez demasiado pronto, al canario Braulio que trabajó maravillosamente arriba para aguantar los balones que le llegaban y permitir a la segunda línea avanzar posiciones.

Si cambias gaseosa por agua el sabor no varía pero el vino se estropea. Eso fue lo que le pasó ayer al Real Zaragoza, de lo que podía haber sido un tinto de verano fresquito a orillas del Mediterráneo nos acabamos quedando en vino malo y aguado, de los que dan dolor de cabeza al día siguiente y te revuelven el estómago. El estómago nos lo destrozó el zurdazo del veterano Farinós. Imparable. Puede que evitable. El dolor de cabeza nos lo regaló Jarosik cuando perdió de vista al “juvenil” David Trezeguet, quien ejecutó a Leo Franco a espaldas del checo. Adiós partido. En diez minutos los “cuates” de Aguirre tiraron al contenedor ochenta de laborioso trabajo y lo que es peor, todo lo ganado en el último mes.

Después, ganó el Deportivo de la Coruña, empató el Málaga, ganó el Levante y nosotros volvemos a notar el calor del infierno. Sólo un punto, un punto sobre el que sostenerse mientras esperamos que llegue el Atlético de Madrid ansioso por una victoria y llegamos a los pies de un puerto “Hors Categorie”.

Ficha del partido:

Hércules CF: Calatayud, Pulhac, Cortés, Pamarot, Tiago Gomes (Abel Aguilar, min. 76), Thomert (Cristian, min. 69), Farinós, Rodríguez, Tote, Kiko (Portillo, min. 60) y Trezeguet.

Real Zaragoza: Leo Franco, Diogo, Contini, Jarosik, Obradovic, Ponzio, Gabi, Ander, Boutahar (N’Daw, min. 77), Lafita (Bertolo, min. 55) y Braulio (Sinama P., min. 62).

Goles: 0-1, Braulio (min. 4); 1-1, Farinós (min. 80); 2-1, Trezeguet (min. 88).

Árbitro: Velasco Carballo (comité madrileño). Amonestó por el Real Zaragoza a Contini (min. 26), Ander (min. 54), Ponzio (min. 58), N’Daw (min. 81). Por el Hércules a Cortés (min. 45).

lunes, 7 de febrero de 2011

Real Zaragoza 1 - Racing de Santander 1. Historia de un partido

En el Municipal de La Romareda, ayer se enfrentaban el Real Zaragoza y el Racing de Santander. Ambos equipos están sufriendo esta temporada en la parte baja de la tabla y ninguno parece despegarse de las últimas posiciones.

Desde que empezó el 2011, el equipo maño ha conseguido salir del pozo del descenso y ha mostrado su mejor cara consiguiendo ganar cuatro de los cinco partidos disputados. Por su parte, los santanderinos tan sólo habían rescatado tres empates en el mes de enero.

La tarde cálida de invierno animó a la gente en el graderío que desde hace algunas semanas acude al estadio con otro espíritu, con menos tensión de la que habían acumulado desde el inicio de la 2010-2011. Aguirre, hizo de la partida a Boutahar y a Bertolo, jugadores de toque y clase que se combinaron a la perfección con el mejor Ander Herrera. El joven canterano, después de cerrar esta semana el acuerdo con el Athletic de Bilbao, mostró en la primera parte del encuentro la calidad que atesoran sus botas quizás justificando los millones pagados por los bilbaínos.

Atrás, reaparecía Matteo Contini tras cumplir un partido de sanción y lo cierto es que recordó al jugador que enganchó a la afición. Rápido, expeditivo y por encima de todo contundente. Pero ni su buena labor, ni la compenetración con Leonardo Ponzio, quien por fin ha encontrado su lugar después de siete años en España, que hacen de la defensa zaragocista una línea sólida y acompasada, ni siquiera esos factores hicieron que de nuevo, la falta de atención y seguramente de partidos de Javi Paredes dejase vendido y sin opciones a Leo Franco frente al remate de Christian. Injusto castigo para los blanquillos que hasta entonces estaban teniendo el control del juego.

Sin embargo, los tiempos en que estos chicos bajaban los brazos y se rendían parecen ya lejanos. El equipo se rehizo, el centro de campo con Gabi, Ponzio y Herrera comenzó a carburar y fue el holandés, Said Boutahar quién resolvió con elegancia un pase de Gabi al filo del descanso para dejar las tablas en el marcador que ya no se moverían hasta el pitido final.

Ni la experiencia de Munitis, Colsa o Pinillos, ni la contundencia de Ariel ni la clase innata de Adrián González, el hijo de Míchel, fueron crédito suficiente para que el Racing de Santander mereciese ganar el encuentro en La Romareda. Por el contrario, fue Toño, el guardameta racinguista, quien se erigió como el hombre de la tarde y sin duda les dio la tarde a los atacantes zaragocistas. El canario Braulio abandonó una vez más el terreno de juego desfondado y habiendo dado todo en el campo pero sin la recompensa del gol. Tampoco Sinama Pongolle, el goleador de la semana anterior, ni Angelito Lafita que tuvo las mejores ocasiones pudieron salvar al portero Toño que empequeñezó la portería de su equipo hasta dejarla como si de una portería de hockey se tratara.

Después de la salida de Bertolo del campo el partido se volvió loco. el Real Zaragoza buscó el gol de la victoria volcándose por unos minutos en el campo contrario lo que permitió al Racing acercarse con peligro al marco de Leo Franco que se mantuvo seguro los noventa minutos. Pero ya nada se podía hacer por cambiar el resultado. La entrada de Giovanni Dos Santos en el Racing fue más una anécdota que recordaba el cierre de fichajes del pasado lunes que un cambio táctico que inquietase a los del “vasco” Aguirre.

Hubo opción para que los espectadores despidiesen el partido levantados de sus asientos. Dos saques de esquina en los últimos minutos provocaron esa reacción e hicieron que se acabase el encuentro tal y como se había desarrollado, con el Real Zaragoza intentando arrancar otra victoria y hubiese sido la cuarta consecutiva. Pero no pudo ser y a la espera de lo que ocurra en el Rico Pérez la semana que viene, ayer los blanquillos perdieron dos puntos de ventaja sobre el descenso pero ganaron varios puestos en la clasificación.

Y esta es la historia de un partido de fútbol, de dos equipos en liza, de once contra once, como hacía días no veíamos en la Romareda. Porque, por encima de todo, a pesar del resultado, lo importante es que ayer el Real Zaragoza volvió a parecer un conjunto donde era difícil señalar a uno por encima de todo. Tan sólo nos faltó el sol en la cara para recordar las verdaderas tardes de balompié. No fue un partido bonito pero fue un partido, fue fútbol.

Ficha del partido:

Real Zaragoza: Leo Franco, Diogo, Jarosik, Contini, Paredes, Ponzio, Gabi, Ander, Nico Bertolo (Sinama.P, min. 58), S. Boutahar (Lafita, min. 68) y Braulio (Jorge López, min. 75).

Real Racing Club: Toño, Pinillos, Henrique, Torrejón, Christian, Lacen, Colsa, Kennedy (Giovani, min. 64), Adrián (Arana, min. 75), Munitis (D. Cisma, min. 85) y Ariel.

Goles: 0-1, Christian (min. 13); 1-1, S. Boutahar (min. 40).

Árbitro: Antonio Rubinos Pérez (comité madrieño). Amonestó por el Real Zaragoza a Boutahar (min. 37), Paredes (min. 45), Ander (min. 84) y Contini (min. 89). Por el Racing a Henrique (min. 11), Pinillos (min. 48) y Christian (min. 90).

viernes, 4 de febrero de 2011

N'Daw, Da Silva y unos señores de Dubai

El mes de enero se presentaba para el Real Zaragoza como un mes decisivo. Ya durante las semanas previas al año nuevo se movieron rumores y negociaciones en torno a una posible venta del club, se creó una fundación -Fundación Zaragocista- con unos objetivos poco definidos que tan sólo se autodenomina como zaragocista para argumentar su proyecto y reclamar el apoyo de los aficionados.

También era el momento esperado para los refuerzos. La plantilla es muy corta, tan sólo 23 fichas, y el rendimiento en esa primera parte de la Liga no había sido muy alentador. A uno de enero el Real Zaragoza era colista de la BBVA. La lógica y lo anunciado por el club es que habría fichajes y que se intentaría fichar a un delantero, un rematador que acabase con la sequía ofensiva del equipo. Sin embargo, el primero en sonar en los mentideros zaragocistas fue Da Silva. También fue el último en firmar. Entre tanto conocimos a Guirane N'Daw, un senagalés del Saint Etienne francés, mediocentro defensivo de una impresionante envergadura que viene cedido hasta final de temporada.

Por su parte, Da Silva se convirtió en una negociación enquistada. El proceso dio incluso para que se especulase sobre una supuesta conversación entre un periodista de Zaragoza y el representante del paraguayo en la que le instaba a no cerrar la operación por los problemas económicos del club maño. Ciertamente, este problema estalló cuando los futbolistas de la actual plantilla y parte de los que ya no están hicieron público el impago de los últimos pagarés de las fichas -que no del sueldo mensual-. Con los jugadores zaragocistas se anuncia que se subsanará el pago antes del próximo lunes y de momento, los que han salido ya de aquí no han llevado adelante ninguna de las demandas presentadas en la LFP. Siempre se ha llegado a un acuerdo con ellos.

Mientras desde la directiva se sigue capeando el temporal económico y el descontento del graderío, los jugadores y el cuerpo técnico han dado una lección de profesionalidad de la que los números hablan por sí sólo. 4 partidos ganados de 5, 12 puntos de 15 posibles y una racha de 3 victorias consecutivas.

El día 31, por fin firmó Paulo Da Silva, defensa central de 31 años que estará con nosotros durante los próximos dos años. ¿Y el 9?, ¿todo esto no había empezado con un delantero? sí, pero finalmente no se cerró ninguna de la opciones que se habían barajado y la verdad es que se barajaron todas, alcanzables e inalcanzables. Parece que uno no es nada en el mundo del fútbol si no le ha prentendido alguna vez el Real Zaragoza. Siempre dicen que interesa.

En esta tesitura, ayer, nos despertamos con un nuevo concepto que agregar a nuestro diccionario. Está claro que la subida de los abonos de este año viene justificada por el master en economía aplicada en el que nos instruyen día a día. Esta vez se hablaba de fondo soberano, dubaití para más señas. Esto es, el superavit nacional del estado de Dubai es invertido en fondos internacionales, porque en los Emiratos Árabes en lugar de deficit que es lo que todos conocemos tienen superavit, y lo meten en sitios para darle rentabilidad. Lo de soberano imagino que será porque allí hay emires y reyes y cosas soberanas de esas. Ya tenemos nosotros también nuestro jeque, nuestros millones para hacer fichajes imposibles, grandes estrellas, sueldos hipermillonarios, soñaremos con la champions... un momento, esto me suena... ¿dónde oí esto antes? ¿y por qué no hago más que acordame de Camilo Sexto cantando eso de "siempre se repite esa misma historia"?

Málaga C. F. 1 - Real Zaragoza 2. Tres puntos entre el ruido*

Como en la canción de Bunbury, ayer, San Valero rosconero y ventolero, al Real Zaragoza le sopló el viento a favor cuando ya no podía ir peor. En su visita a la Rosaleda no había buenos motivos para confiar en el equipo, en la previa se había hablado más de la posible venta de Ander Herrera que del partido, el petro-Málaga necesitaba avalar tantos millones con victorias, las estadísticas mañas como visitante, desde hace años, dejan mucho que desear, además de la incertidumbre institucional y económica en la que vive inmerso el club zaragozano.

Sin embargo, el trabajo del “vasco” Aguirre parece ser que empieza a funcionar. Un dato significativo, en los últimos encuentros durante gran parte de los minutos los zaragocistas apenas hemos tenido que pensar en la defensa, ya no vivimos pendientes de la zaga, excepto cuando aparecen en escena Paredes o Diogo. Ninguno de los dos jugadores están al nivel que exige la primera división y las circunstancias de este equipo y así se demostró en el gol malacitano cuando Javi Paredes falló en la ayuda a los centrales y dejó que Duda rematase sólo frente a Leo Franco. Ese uno a cero significaba el sexto gol que el Málaga le encaja al guardameta argentino en lo que va de temporada, en dos enfrentamientos ha encajado seis goles. No obstante, ayer Leo Franco no nos dio la tarde, al contrario, sin la presión que le supone jugar ante el público de la Romareda se muestra como un portero con reflejos, timorato en las salidas pero solvente en el uno contra uno.

Si la presencia de Lanzaro y Jiri Jarosik consiguieron mantener inédito a la “bestia” Baptista, apoyados en la labor de destrucción por Leo Ponzio, quien cada día muestra más oficio en su posición de pivote, y por el capitán Gabi, otro rasgo de identidad del nuevo entrenador son las salidas rápidas al contragolpe. En la primera parte, hasta en tres ocasiones se encontró Braulio batiéndose con la defensa malagueña. Quizás demasiado sólo y poco asistido por el “minino” –ha vuelto- Lafita y con la ausencia de un acompañamiento de calidad como el de Ander Herrera que ayer ni estuvo ni se le esperó. Y no se le esperó porque la calidad en este grupo tiene acento porteño, se llama Nicolás y no entendemos por qué a veces se queda en el banquillo. Nico Bertolo es canchero, tiene gol, es pichichi y trabaja solidariamente para el equipo. Justo lo que necesita el Real Zaragoza. Por supuesto que el gol de la esperanza fue suyo al rematar, a pocos minutos del descanso, un balón bombeado por Gabi a la salida de una falta que casi era un semicorner.

Durante la segunda parte, también fue Bertolo quien llevó más peligro al área rival. El Málaga completamente desdibujado se fue poco a poco dejando dominar por un Real Zaragoza que sin ser brillante denotaba seguridad y sapiencia. Sabían, ahora sí, lo que tenían que hacer, dónde estaría cada uno y de ahí a dónde debería ir. Igual que lo supo Leo Ponzio cuando lanzó un balón de cuarenta metros al pie de Sinama Pongolle para que rematase la faena. Y la remató, pudo hacerlo en otra jugada anterior que acabó en una brutal parada de Asenjo pero no, fue en esa, cuando apenas quedaban tres minutos para el final, y el francés resolvió como un auténtico killer la cuestión con los defensas y el portero malaguistas.

Lo sorprendente es que hace unos meses la mayoría de los parroquianos del bar hubiesen ido saliendo del local antes del 87. Ayer no, ayer hubo aplausos, hubo gritos de ánimo y uñas mordidas hasta el final, hubo fe y esperanza en los blanquillos del león, en estos chicos que en las horas más bajas de la institución y su entorno están dando una lección de profesionalidad.

El titular de la jornada, la noticia, lo verdaderamente importante es que el Real Zaragoza, nuestro Real Zaragoza, ha ganado su cuarto partido del año, la tercera victoria consecutiva, que ya no somos colistas, que hemos levantado un muro de cuatro puntos sobre el descenso, que no bajamos, que no nos da la gana, que en cinco partidos, los mismos esgarramantas, han conseguido más que en todos los partidos del 2010 de esta temporada. Sinceramente, un orgullo ver pelear a nuestros jugadores cada fin de semana.

(*Ruido informativo, dícese de las noticias u opiniones no contrastadas y sensacionalistas lanzadas en torno a un tema que impiden que la información real llegue con nitidez)

Ficha de partido:

Málaga CF: Asenjo, Jesús Gámez (M. Gaspar, min. 41), Kris, Rosario, Mtiliga, Camacho, Maresca (Recio, min. 58), Baptista, Duda, Eliseu (Owusu-Abeye, min. 69) y Rondón.

Real Zaragoza: Leo Franco, Diogo, Lanzaro, Jarosik, Paredes, Ponzio, Gabi, Ander (Jorge López, min. 85), Lafita (Boutahar, min. 74), Nico Bertolo y Braulio (Sinama.P, min. 66).

Goles: 1-0, Duda (min. 15); 1-1, Nico Bertolo (min. 41); 1-2, Sinama P. (min. 87).

Árbitro: Miguel Ángel Pérez Lasa (comité vasco). Amonestó por el Real Zaragoza a Ponzio (min. 16), Diogo (min. 33), Bertolo (min. 51) y Gabi (min. 90). Por el Málaga a Helder (min. 12), Camacho (min. 66), Gaspar (min. 85).

martes, 25 de enero de 2011

Real Zaragoza 1 - Deportivo de la Coruña 0. Un sorbito de tranquilidad.

Cuando un partido se resuelve en con un libre directo y de rebote es indicativo del gran nivel futbolístico de los contendientes. Entiéndase el sarcasmo.

A la salida de los equipos, gran parte del público de la Romareda, reclamó con sus cartulinas aurinegras la salida de Agapito Iglesias de la presidencia y de la gerencia del Real Zaragoza. Ese colorido en la grada fue lo más parecido a un espectáculo, diversión o entretenimiento que se vio ayer por la tarde en el estadio zaragozano. Los minutos eran de 90 segundos mientras veíamos cómo el benevolente sol se iba escondiendo y el frío daba sentido a guantes, gorros, mantas y bufandas que amortiguaban palmas y gritos de ánimo.

La disposición del Deportivo de la Coruña de Miguel Ángel Lotina, ultradefensivo en cuerpo y alma, hizo que Javier Aguirre replantease su esquema, seguramente en busca de una victoria más desahogada. Del habitual 4141, se recompuso en un clásico 442 con la entrada de Braulio acompañando en el ataque a Sinama Pongolle. Desesperante cómo una y otra vez los dos jugadores se estorbaban y ocupaban el mismo espacio. Ni Boutahar, ni Ander Herrera encontraron la conexión con los delanteros ni con ellos mismos. Pero como el Depor es incluso más romo que el Real Zaragoza, los siglos iban pasando sin mayor transcendencia hasta que el holandés Said Boutahar ejecutó un saque de falta que rozó lo suficiente en la barrera como para despistar a Aranzubía. 1-0, cierre y despedida.

En la segunda parte, los cambios y el cansancio abrieron las opciones. Para el Deportivo el mayor peligro durante todo el partido fue la banda de Manuel Pablo y no por mérito sublime del deportivista, más bien por desidia de Carlos Diogo. Lento, descolocado, retrasado en la posición, falto de intencionalidad, en resumen, el uruguayo no está en su mejor momento. Y más se le notó ayer, cuando el resto de sus compañeros de la parte de atrás estuvieron en una tónica positiva y muy esperanzadora. Jarosik fue contundente sacando los balones altos, Contini volvió a ser el italiano expeditivo que cautivo a la Romareda hace un año, Obradovic a pesar del tiempo que llevaba sin ser parte del once inicial, se acomodó bien y mostró su faceta de lateral ofensivo. Por último, Ponzio, se reivindicó como lo que siempre fue y de lo que nunca jugó, un “cinco”, argentino de nacimiento, “stopper” europeo de adopción. Claro, lo de siempre, ahora a todos estos parabienes hay que aplicarles la ley de la relatividad: la defensa destacó contra un equipo sin dientes, que vive del contragolpe y cuyo centro de campo ayer no tuvo su mejor día con la notable ausencia de implicación de Juan Rodríguez. Sin duda, el partido de ayer se decidió en la medular y parece ser que la rasmia de Gabi, ese muchacho con el don de la ubicuidad, siempre está ahí, y la superioridad numérica en la línea fueron suficientes para frenar a este Depor.

Quien a hierro mata a hierro muere. Apunto de sentenciar estuvo el Real Zaragoza en dos claros contragolpes en los minutos finales del encuentro. Uno, un cuatro para tres –portero incluido- que se perdió en los pies de Braulio, otro un mano a mano de Braulio con Aranzubía, muy lejos del área, que desperdició una vez más el canario. Pero la tranquilidad no se hizo para maños, somos más de diazepam intravenoso, de hecho, se comenta que el refuerzo de invierno va a ser una UVI móvil de la Cruz Roja con desfibrilador de última generación. Sufrir hasta la extenuación y luego seguir sufriendo.

Hemos ganado nueve de los últimos doce puntos, un parcial fantástico que sólo nos sirve para tomarnos un mínimo respiro. Un vaso de agua, 25 cl de líquido en mitad del Sahara y a seguir andando. Los próximos siete días viviremos fuera de los puestos de descenso, esperando a los que tienen que venir, a los que las tienen que poner y a los que se tienen que ir. Siete días de vigilia.

Ficha partido:

Real Zaragoza: Leo Franco, Diogo, Contini, Jarosik, Obradovic, Ponzio, Gabi, Ander (Jorge López, min. 82), S. Boutahar (Lafita, min. 67), Braulio y Sinama. P (Nico Bertolo, min. 51).
RC Deportivo de La Coruña: Aranzubia, Manuel Pablo (Seoane, min. 77), Aythami, Lopo, Colotto, Laure, Rubén, Antonio Tomás, Juan Rodríguez (Pablo Álvarez, min. 63), Lassad (Valerón, min. 70) y Adrián.
Goles: 1-0, Boutahar (min. 38).
Árbitro: David Fernández Borbalán (comité andaluz). Amonestó por el Real Zaragoza a Ander (min. 18), Obradovic (min. 52), Contini (min. 89) y Ponzio (min. 90). Por el Deportivo a Rubén (min. 77) y Laure (min. 90).

La Boba de Nico v2.0 - Octubre de 2007 © Srs. Ló-Sánchez