-¿Cuánto hace que no pisas la Romareda?.
-Buf... creo que cuando el último descenso, un partido contra el Celta o algo así.
-¿Viniste conmigo?, supongo que sí.
-Sí, claro.
Así es, hacía más de seis años que mi amiga Raquel no veía un partido en el campo. No puedo evitar sentir una mezcla de orgullo y emoción, y no es para menos teniendo en el recuerdo las tardes que pasamos disfrutando con Gustavo Poyet, con Paquete Higuera, Esnaider y compañía, y los días que volvía(mos) afónica(s) de animar hasta más no poder en el Fondo Norte.
Tanto tiempo de aquello como años tiene su camiseta. La que le firmaron los "Héroes de París", o "Zaramágicos" como les llamábamos entonces. Dice que le miraban raro a la camiseta, yo digo que era envidia y cierta nostalgia o tal vez ignorancia porque de tan jóvenes ya no se acuerdan. Va para catorce años que Seaman se cayó de espaldas y la zamarra creo que incluso tiene algún año más.
Y a parte de tener que huir de las miradas indiscretas, ahora hay que esquivar a la afición visitante. Un poco pesados sí que son, pero no molestaron mucho, me comenta Raquel mientra frunce un poco el ceño, se muerde los labios y divaga: Lo que no entendí es el problema de doble personalidad que tienen, van con su ikurriña pero luego animaban todos en español... no lo entiendo. Y yo tampoco.
Más dudas recorren su mente y con la confianza que dan las jarras de cerveza un sábado por la noche, se aventura a interrogarnos sobre qué pasó con los que antes cantaban juntos. Y hay que explicarle que sí, que el Ligallo (Fondo Norte) sigue en el norte y que son los que no hablaron y que los otros son los que no callaron, es decir, el Colectivo (1932). Estos últimos se le asemejaron a los "Osos amorosos" de tanto y tan cordinados que animaban.
¿Qué te pareció el partido?, suerte la tuya que viste cuatro goles, le comentamos con resignación somarda. Ella sonrie y dice: el Chus Herrero ese, le da miedo el balón, ¿verdad?, pero Ewerthon es muy bueno. Veo que a pesar de los años no has perdido el olfato futbolístico.
Aunque no os lo creais este año hay abonados nuevos, zaragocistas que aunque lo disimulan nunca fallan en los malos momentos y esperemos que puedan ver los buenos que ya tocan. Gente que mantiene la ilusión del primer día antes de cada partido, y es que si alguna vez la perdiésemos el Municipal se quedaría vacío y eso, creedme, no ocurrirá jamás.
Bienvenida al Estadio Municipal de la Romareda.
*Foto: Viaje de estudios del C.P. César Augusto. Junio de 1995.
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