lunes, 15 de noviembre de 2010

Real Zaragoza 1 - Sevilla 2. Sin rumbo.

En medio de la contradicción, dudando entre la entrega del partido contra el Mallorca y la vergüenza de la eliminatoria de Copa del Rey contra el Betis, se asomaban por los vomitorios los aficionados zaragocistas. Cogían asiento antes de que Muñiz Fernández pitase el inicio del Real Zaragoza-Sevilla de la tarde de hoy.

Sobre el terreno de juego José Aurelio Gay planteaba su 532, ese sistema diseñado para parar la hemorragia de goles pero con el que no hemos sido capaces de terminar ni un sólo encuentro de Liga con la portería a cero. Los sistemas no son ofensivos o defensivos por propia naturaleza sino que dependen de la intencionalidad con que se quieran jugar y plantar en la línea de tres a Edmilson, Gabi y Ponzio es una auténtica declaración de intenciones. Intención de no querer perder, ganar ya lo intentaremos otro día. Las ausencias por lesión de Ander Herrera y Jorge López dejaban huérfano de fútbol al equipo, pero existían en el banquillo jugadores de perfil similar para sustituirles, Boutahar, Bertolo o Kevin Lacruz -¿dónde anda?- serían el recambio natural para la creación. Sin embargo, la tripleta Gay-Nayim-Solana consideraron más oportuno mantener a Edmilson en el pivote y condenar a Gabi y Ponzio a intentar hacer algo frente a la fortaleza defensiva del Sevilla.

El Sevilla de Gregorio Manzano decidió romper los esquemas zaragocistas regalándole el balón al contrario. A ver qué sois capaces de hacer, debió de pensar "el profesor" Manzano. En esta tesitura, la estrategia en ataque maña se basó en lanzar balones contra la defensa sevillista para tratar de aprovechar algún balón rechazado. ¿Por qué lo hacen si no saben?, se preguntaban a los aficionados cada vez que veían a Gabi o Ponzio conduciendo la pelota hasta el área para buscar pases a los delanteros, en lugar de ensayar el disparo desde la frontal que es algo en lo que ambos destacan. Pero hay tantas cosas que los aficionados no entendemos que esto tampoco es algo que nos quite el sueño. En el último año hemos visto de todo en la Romareda y nuestra capacidad de sorpresa e incluso la de indignación andan bajo mínimos.

Sin remate arriba, el Real Zaragoza continuaba mareando la pelota, hasta que Kanouté robó un balón en la medular a Edmilson y pasó a Luis Fabiano que se fue hacia la puerta de Doblas mientras Lanzaro se paraba pidiendo un inexistente fuera de juego. Toni Doblas falla al no tapar correctamente su palo y el palo es para los que estábamos asistiendo a ese ejercicio de impotencia que fue hoy el Real Zaragoza.

Toni Doblas, con problemas musculares que le impiden sacar de puerta, está mostrándose excesivamente inseguro en los últimos encuentros. Contando con dos porteros de garantías para la titularidad, tal vez sería el momento de recuperar a Leo Franco, pero parece que el argentino no está en la lista de jugadores utilizables para el entrenador -o entrenadores, o triunvirato, o pareja, o lo que sea... -.

En el descanso, salieron de la partida Ponzio y Lanzaro para dar entrada a Marco Pérez y Bertolo. El esquema se recompuso en un 442. Se revolucionó el juego y ahí el Real Zaragoza es donde luce, en mitad del desconcierto, cuando el partido se convierte en un correcalles es donde los chicos del león sacan la poquita rasmia que tienen, cuando el público les grita y les exige es cuando reaccionan. A la desesperada. Desgraciadamente no todos los días te pitan un penalti en el tiempo añadido y el cabezazo de Nico Bertolo con el que se conseguía el empate momentáneo no fue suficiente.

Tampoco sirvió que el árbitro ignorase el juego al límite de la legalidad de Contini -penalti incluido- y que sí que tuviese las gafas puestas para expulsar a Fernando Navarro en el minuto 72. Contra diez al Zaragoza le comió la ansiedad por conseguir los tres puntos. Boutahar fue el último cambio, por Contini, pasando Edmilson al centro de la defensa, pero ni los minutos de fútbol del holandés ni la bulliciosidad de Bertolo, ni el quiero y no puedo de Braulio y Marco Pérez fueron suficientes.

Lo que nadie esperaba esta tarde era lo que pasó en el último minuto de partido, la estupidez de control que realiza Jiri Jarosik. Un jugador de su veteranía jamás debería permitirse esa frivolidad de sacar el balón controlado de tacón cuando eres el último jugador y te presiona un delantero internacional como Álvaro Negredo. Jarosik trató de enmendar su error colocándose de delantero centro en los últimos segundos. Nada. 1-2 y adiós a la oportunidad de sumar.

El Sevilla esperó y se llevó tres puntos. ¿Merecidos? por supuesto, supieron leer el partido mejor que los jugadores y los técnicos del Real Zaragoza. Se agazaparon y confiaron en la gran calidad de sus jugadores arriba mientras el rival nadaba para ahogarse en la orilla.

Así está el Real Zaragoza ahora mismo, ahogado, tocado y hundido. Con motines a bordo -¿qué pasa con Edmilson y Ponzio?- y con la afición, con el zaragocismo, preguntándose eso que cantaba la trianera Remedios Amaya: "¿Quién maneja mi barca?".

Ficha del partido (as.com):

R. Zaragoza: Doblas; Diogo, Jarosik, Lanzaro (Marco Pérez, min.46), Contini (Boutahar, min.85), Obradovic; Ponzio (Bertolo, min.46), Edmilson, Gabi; Lafita y Braulio.

Sevilla C.F.: Javi Varas; Dabo, Martín Cáceres, Alexis, Fernando Navarro; Perotti, Zokora, Renato (Negredo, min.65), Capel (Alfaro, min.40); Kanouté y Luis Fabiano (Konko, min.75).

Goles: 0-1. min.29. Luis Fabiano; 1-1. min.54 Bertolo; 1-2. min.91. Negredo.

Árbitro: Muñiz Fernández, del C. Asturiano. Expulsó con tarjeta roja directa al sevillista Fernando Navarro (min.72). Amonestó a los locales Contini, Diogo, Obradovic y Braulio y a los visitantes Alexis, Luis Fabiano, Javi Varas y Kanouté.

Incidencias: partido correspondiente a la undécima jornada de liga disputado en el estadio La Romareda de Zaragoza ante unos 20.000 espectadores.

No hay comentarios:

La Boba de Nico v2.0 - Octubre de 2007 © Srs. Ló-Sánchez