Eran casi las diez de la noche. Sentados en el sofá, esperando el reparto del tele-chino nos habíamos preparado ya para ver el amistoso del Real Zaragoza. Jugábamos contra el Betis.
En mitad de nuestros comentarios sobre el Pennant ese que es muy bueno, ya vereis que grande es Babic, Ander es un crack... y de repente oímos "noticia que acabamos de conocer", "una pena la muerte de un jugador tan joven"... Silencio, desconcierto, nos miramos, ¿qué ha pasado?, ¿quién?... Dani Jarque, el capitán del Real Club Deportivo Español.
En el sofá los mismos que compartimos la final del Bernabeu hace poco más de 3 años. Me vino a la cabeza su imagen, su nombre con voz de locutor de radio los domingos por la tarde, recuerdos en blanquiazul, siempre blanquiazul. Un periquito de esos de los que el año pasado dieron una lección de pundor, de orgullo propio y salieron del infierno a fuerza de creer, un equipo que, a pesar de que todavía resonaban en mis oídos los gritos de "a segunda" de nuestra última tarde en Montjuic, me emocionó porque son de los nuestros, son también obreros en la corte del rey sol.
Jarque era su capitán. Tenía 26 años, iba a ser papá y ahora ya no está. Es ausencia. Un cromo menos en el album de nuestras vidas, un grito de ánimo menos en Cornellá, un abrazo menos para su familia. Y a pesar de ello, el sol volverá a amanecer, con él en cada nuevo cielo. Descanse en paz, Dani...
1 comentario:
Descanse en paz, dani.
Publicar un comentario